No es la primera vez que escuchamos hablar de estafas de cursos y de utilizar la popularidad que da el tener a muchos seguidores en las redes para lograr una mayor cobertura. ¿Quién no se va a fiar del influencer o youtuber de moda? Exactamente eso es lo que ha pasado con Gonzalo Sapiña, un nombre que está en boca de todos al haberse descubierto ahora que podría haber estafado a más de 11.000 personas.
Este joven de 34 años, reconocido por sus clases sobre inversiones digitales en Youtube, junto con otros cinco chicos, todos ellos fueron detenidos en Andorra el pasado 18 de enero por una supuesta estafa piramidal en la que a través de su empresa (GNZ Academy) ofrecían cursos de trading que iban desde los 99 a los 599 euros sobre criptomonedas e inversión en bolsa y prometían una rentabilidad de hasta el 80% en las operaciones.
En su página web que todavía se encuentra activa se podía ver la oferta que promocionaban, pero que en realidad y según la opinión de varios usuarios, dejaba mucho que desear porque se trataban de cursos de trading sin apenas contenido en el que ofrecían como gancho atractivo grandes rentabilidades en muy poco tiempo.
Popularizados a través de sus redes sociales como Instagram en la que tiene más de 90.000 seguidores (ahora es privada), Gonzalo Sapiña se declaraba como supuestamente experto en esta materia ofreciendo asesoramiento en la compraventa a corto plazo de activos financieros en los mercados internacionales.
Sin embargo, como en otros casos de estafas piramidales y después de montar todo el entramado de cursos para que se pique en el anzuelo, la realidad de todo esto es que se acaba dentro de una red en la que muchos han comentado que han perdido dinero y que una vez invertido ya era imposible recuperarlo. Motivo por el que este reconocido influencer podría acabar en prisión al ser el cabecilla de todo el operativo.
Con un ritmo de vida alto, el influencer se ha presentado siempre en las redes sociales. Conduciendo coches de alta gama, haciendo viajes y presumiendo de otros lujos, Gonzalo daba a entender que seguir su fórmula era una manera de alcanzar el éxito, de poder hacer mucho dinero.
Algo que unos descubrieron antes que era una estafa y que comentaron en la misma página web, pero que quedó silenciado por la cantidad de opiniones positivas que, al parecer, tanto él como sus colaboradores se encargaban de escribir para mantener bien atado el engaño.
Otros negocios del influencer
Nacido en Barcelona, pero viviendo en Andorra desde 2019, este influencer siempre ha estado reinventándose y buscando nuevas oportunidades. Prueba de ello es la iniciativa que tuvo en 2013 llamada 'Cafés Pendientes' en la que él dejaba un café pagado en los restaurantes para las personas sin recursos que le fue dando fama y empezó a contactar con él mucha gente.
Entre sus sueños y, tal como él mismo dijo en una entrevista para el País, por aquel entonces soñaba con convertirse en una especie de Mark Zuckerberg y se hizo muy popular en canales de otros youtubers donde aparecía y siempre daba alguna lección de vida y sobre emprendimiento, dejando caer siempre que eso a él le había abierto muchas puertas y por eso solía quedarse en "hoteles millonarios".