Sol Macaluso es la periodista que le ha dado un “tinte” de esperanza y cercanía a la tragedia que se está viviendo en Ucrania. 64 han sido los días que esta joven periodista vivió en Kiev cumpliendo su vocación profesional e informando al público en primera persona la invasión rusa en Ucrania. Pero como todo, vivir algo así tiene consecuencias tanto psicológicas como físicas y la argentina no ha titubeado en contarle a la gente su experiencia tras haber aterrizado en Madrid luego de dos meses en el campo de batalla.
A través de su cuenta de Twitter, la periodista confesó en un extenso hilo, las secuelas psicológicas y físicas que ha vivido desde que volvió a pisar suelo español y la importancia de hablar sobre ellos y sobre la salud mental. "Hoy tuve psicóloga (la misma con la que hago terapia x propia voluntad desde hace 7 años) y me confirmó que tengo estrés post-traumático. 67 días de cobertura pasaron factura, mi cerebro sigue en estado de alerta y esta primera semana en Madrid he conseguido dormir poco y nada".
En el relato, la joven quien también fue reconocida por brindar ayuda a la hija de un compañera de su equipo que necesitaba refugio fuera de Ucrania, comparte una observación sobre cómo el cuerpo humano "en estado de alarma" y en situaciones de estrés máxima logra ser más eficiente y rendir al máximo a la hora de tener que sobrevivir en situaciones límite como ante bombardeos o sirenas antiaéreas. Pero luego, cuando el cuerpo entiende que se encuentra en una situación "a salvo" se relaja y es allí cuando, todas las secuelas salen a la luz.
Además, a modo de acercarnos un poco su experiencia en una como la que se está viviendo en Ucrania, reveló que hablará sobre el aspecto psicológico que se vive en la guerra a través de un Instagram Live con su terapeuta (quien la acompaña hace 7 años) y que vivir una situación límite como aquella "en carne propia" hace que cada persona viva su propia guerra y enfrentarse a sus propios miedos.
Para Sol la vuelta a casa no fue fácil. Explica que también el "volver a la rutina" no es una tarea que sea de un día para otro al estar en la vorágine. Tras sesiones de terapia, la periodista se permitirá una semana de vacaciones ahora que se encuentra en casa y aseguró que las necesita para "desconectar".
Para poder ilustrarle de una manera más cercana a sus seguidores lo que está viviendo en el "post trauma" describió otra situación de máximo estrés que atravesó junto a su padre cuando era una niña: "Y también este momento me retrotrae a otra situación crítica en mi vida: en el 2014 luego de que mi padre superara milagrosamente un coma de 4 meses me llegó el estrés a mi cuando mi cuerpo y mente pudieron relajarse. Estuve ingresada en el hospital una semana".
En modo de análisis de todo lo que atravesó, agradeció a su cuerpo y su mente por haber estado rindiendo al máximo en momentos de su vida críticos. "Qué increíbles son la mente y el cuerpo humano eh. Siempre a nuestra disposición cuando los necesitamos al máximo. En el 2013 pude estar cuando mi padre y mi familia me necesitaban. En este 2022 pude estar cuando la información lo requería. Seguiremos con fuerza y salud siempre", concluye.