Si algo nos encanta de los loros es poder comunicarnos con ellos casi como si de personas se tratase. No todos saben hablar perfectamente, pero ya sabemos que muchos de ellos replican y repiten lo que normalmente escuchan. Es más, hay algunos que podrían llegar a confundirse con personas de carne y hueso.
Lo más común es que estos aprendan palabras sueltas que les enseñan sus dueños como "hola" o "me llamo Fulanito", pero este no es el caso de los cinco loros que han tenido que ser aislados en un zoológico de Reino Unido.
A mediados del mes de agosto el zoológico de Reino Unido Lincolnshire Wildlife Park adoptó un grupo de cinco loros africanos que desde que llegaron al centro no han dejado de dar problemas al personal que trabaja allí. Una vez fueron colocados de cara al público empezaron a dirigirse a los visitantes que acudían al parque cada día.
A priori, esto podría ser cuanto menos entretenido y llamativo para los asistentes, y lo fue, pero no en el buen sentido; ya que desde el primer momento estos se dirigían a los turistas para, nada más y nada menos que insultarlos. Sí, parece que el tiempo que estuvieron aislados antes de colocarlos de cara al público lo utilizaron para aprender palabrotas e insultos.
Los trabajadores ya estaban un poco incómodos con respecto a este tema, puesto que los habían escuchado antes de exponerlos intercambiar algunas de estas palabras entre ellos. Pero, lo realmente preocupante comenzó cuando estos se expusieron frente a los turistas que visitaban el parque, por tanto, a los trabajadores no les quedó otra opción que tomar medidas drásticas, según informa el diario británico 'Mirror Online'.
Los loros no tardaron ni 20 minutos en comenzar a insultar al público; fue exponerlos públicamente y estos comenzaron a insultar constantemente a los visitantes. Es más, el primer día ya hubo informes de que los loros insultaban a un cliente. No obstante, esto parecía divertido, hasta que empezaron a llegar los niños.
Se acercaba el fin de semana y con él las visitas de los más pequeños, esto era lo que más preocupaba a los trabajadores del parque. Que los loros insultasen a los adultos podía ser incluso divertido, pero en el caso de que los insultados fuesen los niños, pues ya no lo era tanto. Así que, la solución fue aislarlos, por lo menos durante un tiempo.
Aunque el primer paso ha sido mantenerlos aislados y alejados de los visitantes, esta no va a ser la solución definitiva, los loros tienen que volver a ser expuestos y para ello han decidido separar a las aves en distintas zonas del zoológico para que estos no puedan contestarse y retroalimentarse entre sí.
Ahora, mirando el problema con un poquito de distancia, tanto los trabajadores como los visitantes prefieren quedarse con las risas que esto les ha causado en un años un tanto atípico y repleto de malas noticias y pensar en los memes que podrían haberse hecho a raíz de que sucediese algo tan inesperado como esto.