Jennifer Aniston a padecido durante casi 30 años lo que un gran porcentaje de la población sufre: falta de sueño. La falta de sueño o 'insomnio' es un factor casi más común de lo que creemos y según la Organización Mundial de la Salud, el 40% de la población mundial lo sufre. En diversas ocasiones, la actriz ha contado en primera persona lo que ha significado para ella en su vida la incapacidad de dormir apropiadamente.
Las consecuencias de un "mal sueño" que se prolonga en el tiempo pueden afectar de manera muy seria la en la rutina de cualquier persona, esto es lo que le ocurrió a la estrella de "Friends" durante una gran parte de su vida. Cuenta que a partir de los 30 años comenzó a notar de manera paulatina que conciliar el sueño le estaba costando más de lo normal: "Creo que comenzó a los 30, o quizás un poco antes, pero no empiezas a notar los efectos de la falta de sueño cuando somos más jóvenes porque nos sentimos invencibles", recordó en una entrevista exclusiva para People.
A medida que la situación empeoraba, optó por "aceptarlo" y hacer todo lo que está a su alcance para poder dormir ya que "a medida que más me preocupaba es más difícil quedarse dormido". Luego enumeró los efectos negativos que impactaron en su día a día: "Comenzó como algo que simplemente aceptaría y luego, de repente, te das cuenta de los efectos de tu falta de sueño y cómo afecta tu día, tu trabajo, tu función mental y tu físico", confesó.
Pese a que este trastorno duró durante décadas en la vida de la artista, ha pasado por diversas etapas. Incluso, se sinceró y admitió no solo se ha pasado noches enteras mirando un mismo reloj sino también que que ha llegado a tener episodios de sonámbula causados por la limitación en sus horas de sueño: “Se me conoce por hacer eso (caminar sonámbula). Yo sabía que lo hacía. Me despertaron las alarmas de la casa que encendí. Creo que ya no hago eso, eso fue cuando estaba muy privada de sueño".
Pese a que el sueño parece estar en otro plano de prioridades y "era lo último de la lista" para Aniston, la estrella de Hollywood se percató que junto con la alimentación y el ejercicio, el sueño es uno de los tres pilares básicos de la salud que deben permanecer en equilibrio sino no es posible llevar una vida saludable. Es allí cuando comenzó a prestar atención a su problema para dormir y optó por buscar ayuda médica, algo que "absolutamente recomiendo a la gente hacer".
Tras años de tratamiento, hoy en día ha adoptado ciertos hábitos que la ayudan a quedarse dormida como por ejemplo, hace algunos estiramientos de yoga y mantiene su teléfono afuera de su habitación antes de meterse a la cama.