Los rangos normales del ciclo menstrual son de entre 24 y 38 días, pero esto no siempre se cumple. Son muchas las personas que tienen una menstruación irregular de forma eventual. Cuando el ciclo menstrual se desajusta de forma esporádica, normalmente no indica ningún problema serio. Puede ser un pequeño cambio de rutina. Sin embargo, si durante varios meses tu menstruación está alterada, sí es importante pararte y escuchar a tu cuerpo.
Aunque la menstruación ha sido duramente censurada durante toda la historia de la humanidad, es importante prestarle atención, hablar de ella y, sobre todo, actuar cuando algo ‘no va bien’.
El ciclo irregular es considerado un trastorno menstrual, pero, ¿por qué aparece? Según los estudios ginecológicos, hay varias causas que pueden explicar por qué la menstruación se retrasa o se adelanta de forma habitual.
La primera gran causa de la menstruación irregular es la salud mental, más concretamente la ansiedad.
La ansiedad mantenida en el tiempo aumenta los niveles hormonales de cortisol, que a su vez afecta a los niveles de estrógenos y progesterona, hormonas implicadas en la menstruación. Dicha ansiedad no tiene por qué ser especialmente intensa. Puede ser leve, pero persistente. Por ejemplo, en la época de exámenes, cuando tienes un par de semanas muy estresantes en el trabajo, si estás pasando una mala racha con tu pareja, o si has mantenido relaciones sexuales sin protección y llevas todo el mes agobiada preguntándote si te va a bajar la regla o no.
Si has hecho una dieta muy restrictiva recientemente o has estado enfermo y has bajado mucho peso, pero pasados unos meses has vuelto a ganarlo por el ‘efecto yo-yo’, es probable que tu ciclo menstrual también haya sufrido oscilaciones.
Esto se debe a los cambios en la composición adiposa del cuerpo, ya que necesitamos grasa para producir las hormonas menstruales. Si los niveles de grasa cambian de forma drástica a lo largo de los meses, la regla puede desaparecer y reaparecer con más abundancia y dolores.
Además de los niveles de grasa, también son necesarios ciertos nutrientes para un correcto equilibrio hormonal. Esto no solo permite que el ciclo menstrual sea estable, sino que también nos ayuda a mantener una buena salud mental, a no estar fatigados constantemente, y a poder concentrarnos, prestar atención o tener una buena memoria.
Algunos nutrientes básicos para una menstruación regular son el calcio, el magnesio, el hierro y el zinc. Para obtenerlos es importante llevar una dieta equilibrada con lácteos, pescado, tofu, frutos secos, legumbres, verduras, frutas, trigo integral, huevos y algunos tipos de carne. Como ves, si tienes alguna intolerancia, no te gustan ciertos alimentos o eres vegano, no pasa nada, ya que hay puedes mantener unos buenos niveles de estos nutrientes igualmente.
Aunque el ejercicio físico es muy positivo para el ciclo menstrual y la salud en general, se ha demostrado que al realizarlo de forma extrema se pueden producir grandes desajustes.
En una reciente investigación, la revista científica ‘BMC Sports Science, Medicine and Rehabilitation’ reveló que el número de períodos menstruales por año en mujeres que practican ejercicio de forma intensa es más bajo, produciéndose por lo tanto un ciclo irregular y en casos graves amenorrea o ausencia de menstruación. Lo más preocupante es que la gran mayoría de atletas no piden ayuda.
La relación entre el deporte extremo y el ciclo menstrual se debe a que tras realizar ejercicio físico extenuante aumentan los niveles de dopamina, una sustancia que inhibe la liberación de hormona luteinizante, hormona foliculoestimulante y estradiol, tres hormonas responsables de la menstruación.
Si los cambios cíclicos de peso, las dietas restrictivas y el ejercicio extremo influyen en el ciclo menstrual, no es de extrañar que los Trastornos de la Conducta Alimentaria también favorezcan un periodo completamente irregular.
En el caso del trastorno por atracones y de la bulimia nerviosa, lo más habitual es que haya sangrados intermitentes, adelantándose la menstruación algunos meses y retrasándose en otros. En cambio, en el caso de la anorexia nerviosa lo más frecuente son los retrasos del periodo y en casos extremos la amenorrea o ausencia de menstruación, lo mismo que le ocurre a algunas deportistas de élite.
Adentrándonos en los problemas médicos, se ha encontrado una fuerte relación entre el síndrome de ovario poliquístico (SOP) con un ciclo irregular.
Las irregularidades menstruales son el síntoma más común del SOP, siendo habituales la menorragia (sangrado muy abundante), ciclos de más de 35 días entre los diferentes periodos y menos de nueve periodos al año. Por eso si sufres alguna de estas alteraciones de forma habitual deberías acudir a un ginecólogo o a tu médico de cabecera.
Otras alteraciones médicas asociadas a los trastornos menstruales son el hipotiroidismo y el hipertiroidismo, provocados por unos niveles anormales de hormona tiroidea.
Las personas con hipotiroidismo pueden tener una menstruación mucho más intensa, acortándose su ciclo menstrual. Además, pueden experimentar dolores más intensos durante estos días del mes.
En cambio, el hipertiroidismo se ha relacionado con retrasos en la menstruación, sangrado más leve y en casos graves, amenorrea.
Los métodos anticonceptivos hormonales más comunes son sin duda la píldora, y lo primero que debemos saber es que al tomarla, la regla desaparece. Aunque haya sangrado una vez al mes, no es menstruación propiamente dicha. Se trata de lo que se conoce como sangrado por deprivación, una reacción del cuerpo ante las hormonas sintéticas, es decir, las hormonas que lleva la medicación y que no está produciendo el propio cuerpo.
Los primeros meses tomando pastillas anticonceptivas es frecuente que el ciclo menstrual sea irregular. Después se regulariza. Sin embargo, los mayores desajustes aparecen cuando la persona decide dejar de tomar estos medicamentos. Es muy frecuente que la regla se retrase o se adelante ya que el cuerpo está volviendo a producir sus propias hormonas.
¿Y qué ocurre con la píldora del día después? Que puede producir adelantos y retrasos de la menstruación, sangrados intermenstruales, sangrados abundantes, manchas y dolores menstruales. Esto se debe al levonorgestrel, su ingrediente principal. Se trata de una hormona que impide la ovulación y la fecundación, pero es muy potente y puede provocar cambios hormonales durante varios ciclos. Por eso la píldora del día después se debe utilizar únicamente en casos de emergencia, y no de forma regular.
Otros medicamentos que pueden alterar el ciclo menstrual son los fármacos antidepresivos. Estos efectos secundarios se relacionan con la dopamina, sustancia de la que ya hablamos en el apartado del deporte extremo. Sin embargo, también está implicada la serotonina.
Los niveles de serotonina cambian de forma natural a lo largo del ciclo menstrual. En la fase premenstrual, bajan. Los primeros días de menstruación los niveles de serotonina son muy bajos, y por eso tenemos un estado de ánimo más triste, estamos más cansados y tenemos más hambre. Algunos antidepresivos aumentan los niveles de serotonina, lo que puede provocar que el ciclo menstrual se adelante un poco y que sea más abundante y doloroso.
No podemos ignorar la relación entre la vacuna del coronavirus y el ciclo menstrual, ya que miles de mujeres han informado de cambios en su menstruación caracterizados por adelantos y retrasos, reglas más abundantes, dolor y un síndrome premenstrual más marcado.
Diversos estudios han investigado estas alteraciones encontrando que aproximadamente 1 de cada 10 mujeres ha sufrido cambios en su ciclo menstrual tras la vacuna contra el coronavirus, pero al ser un problema tan reciente todavía no hay datos concluyentes.