Para muchos que tus compañeros de trabajo te organicen una fiesta sorpresa es un sueño hecho realidad, pero esto podría ser una pesadilla para muchos otros. Este es el caso de Kevin Berling, un empleado que demandó a su jefe y a su compañía por organizarle una fiesta sorpresa en pleno horario laboral y ganó el juicio ¿Qué ocurrió?
Cuando Berling comenzó a trabajar en 2018 en el laboratorio estadounidense 'Gravity Diagnostics' dejó en claro que no le gustaban las fiestas sorpresas de cumpleaños porque ser el centro de atención le generaba mucho estrés, ansiedad y sobre todo ataques de pánico. En esta ocasión, su jefe decidió pasar por alto aquél factor y decidió organizarle en el horario de almuerzo una pequeña celebración de cumpleaños junto a sus compañeros de trabajo. Cuando el cumpleañero fue sorprendido, el momento se convirtió en una pesadilla para él que derivó en un ataque de pánico.
En lugar de recibir apoyo, cuando sus compañeros vieron lo ocurrido lo acusaron de arruinar el momento de felicidad y de "comportarse como una niña pequeña". Estos reproches por parte de sus pares le causaron más ansiedad y más ataques de pánico que le provocaron un despido. Lejos de quedarse con los brazos cruzados Berling decidió éste decidió tomar acción.
El trabajador demandó a su compañía por discriminación por tener una discapacidad y tras dos día sde juicio, la Justicia se inclinó a favor del trabajador y le otorgó $300,000 dólares por angustia emocional y $150,000 por salarios perdidos.