Chanel pone este miércoles rumbo a Turín en busca del sueño de ganar Eurovisión 2022. La representante española, que defenderá la canción "SloMo", tendrá este jueves su primera toma de contacto con el escenario del festival y el sábado la segunda. La gran final se celebra el 14 de mayo.
En estos últimos días, los países que participan en las semifinales del concurso ya han hecho sus primeros ensayos en el Pala Alpitour de la ciudad italiana. España, al igual que Francia, Reino Unido, Alemania e Italia, accede directamente a la final del concurso sin tener que pasar por la criba de las semifinales. Pero, ¿por qué estos cinco países, los denominados 'Big5', tienen este privilegio frente a los otros 35?
Dos son los motivos que explican esta posición ventajosa. La primera, y principal, es la económica. La idea de crear el llamado 'big5' surgió en 1996 por el fiasco que se llevó la organización después de que Alemania no pasara la semifinal de aquel año, la única criba como tal que existió antes de 2004. La no participación de Alemania provocó un gran agujero económico ya que en ese momento era el país que más dinero aportaba al concurso. En vista de que podría volver a ocurrir, la organización ideó diferentes formatos para asegurarse que tanto España como Francia, Reino Unido y Alemania (en 2011 se incorporaría Italia) tuvieran garantizada la plaza en la gran final del concurso.
La otra razón de peso es la audiencia. Cada año, millones de espectadores siguen la final del concurso. Está comprobado que la audiencia de los países cuyo representante no se clasifica para la gran noche cae de forma muy notable y Eurovisión no puede permitirse que alguno de los cinco países con más población se quede fuera de la final, ya que eso reduciría de forma notable sus datos de audiencia.
El ejemplo más claro es el de la última edición. España, Alemania, Reino Unido, Francia e Italia aportaron más del 50% de la audiencia de Eurovisión 2021, concretamente, 29.199.000 espectadores en la gran final. En Alemania casi se alcanzaron los ocho millones de espectadores. En cuanto a share, los mejores datos los protagonizan los países nórdicos. En Suecia, por ejemplo, un 85,9% de los espectadores vieron la gala que se celebró en Róterdam. Pero en número de espectadores, la cifra es notablemente menor a los del big5: 2.907.000. En Islandia, el share llegó al 99,1% pero eso sólo aportó 138.000 seguidores al resultado global.
¿Y es realmente ventajoso formar parte del Big5? Los fans del festival han cuestionado en muchas ocasiones si esta ventaja es realmente positiva para los países que lo integran, ya que pierden su exposición en las semifinales y sus resultados históricos no han sido generalmente buenos. Eso sí, Alemania logró el triunfo en 2010 con Lena y su canción "Satellite" y en 2021 los italianos Mäneskin se llevaron el micrófono de cristal con el tema "Zitti e buoni".
Pero este trato de favor no tiene un consenso entre los países que participan o han participado en Eurovisión a lo largo de los últimos años. En 2013, Turquía se plantó y decidió no participar en el certamen, alegando que el privilegio de estos cinco países no era justo. En 2017, San Marino anunció su descontento por la poca ayuda a los pequeños países y los privilegios que tenían los más grandes para llegar a la final.
En todo caso, no parece probable que la organización de Eurovisión vaya a eliminar en los próximos años el denominado Big5 a tenor de la dependencia económica y de los resultados de audiencia que cosechan cada año.