Este viernes 4 de febrero se ha publicado el Boletín Oficial del Estado (BOE) que recoge las características que tendrá la prueba de acceso a la universidad este año. Entre las novedades, destaca la posibilidad de que los alumnos puedan presentarse a la EBAU con una asignatura de Bachillerato suspensa; aunque el Consejo de Ministros aún tiene que regular mediante un real decreto pendiente de aprobación las condiciones en las que los estudiantes podrán examinarse pese a tener un suspenso en su expediente.
En las convocatorias de 2021, Cataluña, Comunidad Valenciana, Extremadura, Baleares, La Rioja, Navarra, País Vasco y Canarias ya permitieron a sus alumnos graduarse en Bachillerato con una asignatura suspensa y presentarse a la selectividad; una medida que en aquel momento se tomó de forma provisional por las condiciones especiales derivadas de la pandemia y que también habían adoptado Aragón y Castilla-La Mancha en 2020. Ahora, todos los alumnos del país podrán examinarse la EBAU con un suspenso.
Por otro lado, se establece que todas las comunidades autónomas deben organizar las pruebas antes del 17 de junio, que las notas provisionales deben estar publicadas el día 30 de ese mismo mes como máximo y que la convocatoria tiene que desarrollarse, preferentemente, en cuatro días, cifra que se eleva a cinco en el caso de las CCAA que cuenten con una lengua cooficial, como ocurre en Galicia, Cataluña, el País Vasco, la Comunidad Valenciana y Baleares.
Esta limitación en el número de días que se puede desarrollar tanto la convocatoria ordinaria como la extraordinaria surge como una forma de facilitar la celebración de las pruebas a las medidas necesarias derivadas de la pandemia. Por otra parte, según fuentes de Europa Press, la convocatoria de exámenes mantendrá el formato que se implantó durante los dos cursos pasados por la pandemia; ya en diciembre, el Ministerio de Educación le había propuesto a las CCAA mantener este formato al considerar que los alumnos habían cursado el Bachillerato de manera especial por las limitaciones de la pandemia.
Las notas de Bachillerato siguen contando un 60% para el cómputo global y el 40% restante sale de la fase general de la EBAU, que continúa teniendo una validez indefinida. Se considera que un alumno ha aprobado y puede echar la solicitud siempre que su nota sea igual o superior al cinco. La nota fase específica sigue caducando a los dos años y no es obligatoria, solo la harán aquellos alumnos que desean subir nota porque el grado que desean estudiar tiene la nota de corte muy alta.
Lo que también se mantiene es el formato de los exámenes: sigue habiendo uno por cada materia a evaluar, solo habrá una propuesta de examen con varias preguntas, cada prueba durará 90 minutos y el descanso entre ellas será de media hora. Todas las pruebas estarán configuradas con preguntas abiertas, que son aquellas que no tienen una respuesta inequívoca, y semiabiertas, que son aquellas que sí tienen una respuesta correcta inequívoca y que son breves, como la palabra que completa una frase o la respuesta a un problema matemático.
También podrá haber preguntas de opción múltiple, siempre que en cada una de las pruebas la puntuación asignada al total de preguntas abiertas y semiabiertas alcance como mínimo el 50%. Estas cuestiones no exigen construcción por parte del alumnado, pues solo tienen que escoger la respuesta correcta de un grupo de opciones.