Existen muchos baremos en la esperanza de vida de los perros, según su raza y tamaño, pero en ninguno de ellos se contempla que un can pueda llegar a vivir tantos años como el viejo Bobi. Por ejemplo, está comprobado que los perros de tamaño grande viven una media de 12 años, mientras que los más pequeños, como el Teckel, pueden llegar, con suerte, a los 17. Sin embargo, este perro nacido en los noventa, mastín de raza pura, que debería haber fallecido con un máximo de 14 años, ha roto todos los esquemas.
El pasado mes de febrero, cuando contaba exactamente con 30 años y 266 días de vida, Bobi entró en el Libro Guinness de los Récords como en perro más viejo del mundo y de la historia veterinaria en general. Su fecha de nacimiento, el 11 de Mayo de 1992, fue confirmada por la base de datos de mascotas del gobierno portugués, su país de residencia y así, superó a Spike, el chihuahua de 23 años que, hasta el momento, ocupaba el pódium.
Su historia es todavía más impactante cuando se sabe que Bobi fue uno de los tres cachorros que nacieron en el seno de una familia leñera de Conqueños, Leiria (Portugal). Como sus amos ya tenían muchos animales, decidieron sacrificar a los tres perritos, pero Bobi consiguió escapar de su propia ejecución, tal y como ha contado su actual dueño, Leonel Costa, con el que lleva una vida plena y feliz desde hace ya más de tres décadas.
"Bobi ha sido un guerrero durante todos estos años, solo él sabe cómo se ha estado aguantando, no debe ser fácil porque el promedio de vida de un perro no es tan alto y si hablara solo él podría explicar este éxito", ha dicho Costa en la fiesta de cumpleaños que le ha organizado a su compañero de vida, en la que ha habido baile, tarta, photocall y, por supuesto, la presencia de muchos amigos caninos.