Las últimas declaraciones de la influencer Paula Gonu han dado mucho que hablar. Para empezar, hace una semana confesó en un vídeo de TikTok ¡haberse comido su propio menisco!. Así, a lo caníbal. Su cirujano la vio tan interesada con la operación que le realizó que le regaló el cartílago extraído en el típico bote de cristal, en el que se meten los órganos vitales. Y un día, ella, más curiosa que un gatico, se preguntó qué pasaría si se lo comía. Así que, resuelta, se hizo una boloñesa con esa parte de su cuerpo y se dio un banquete que sería celebrado por cualquier tailandés.
Después, en el videopodcast Club 113, le preguntaron si alguna vez se había masturbado en público y dijo claramente que sí. Sus entrevistadores no esperaban que diera más explicaciones pero ella se explayó: "Me masturbé en un avión. Hubo una temporada en la que no me podía dormir si no lo hacía y quería dormirme en el viaje. Estaba en una zona bussines y nadie me vio, pero sí fue algo público", dijo. Pero, ahora, ha hecho una denuncia mucho más seria.
La influencer - que tiene 2 millones de seguidores - se vio involucrada en una situación de acoso y decidió sacar el móvil para grabarla. Estaba dentro de un coche (tipo Uber, taxi o Cabify) y el conductor le preguntó directamente si no llevaba sujetador. "¿Es una nueva moda que no lleva mucho tiempo, no? La de no llevar sujetador. Es más cómodo llevarlas al aire, pero se te ven las puntitas", le dijo, en clara alusión a los pezones de su clienta.
Paula se quedó flipando y , aunque le contestó con toda la educación que pudo, le entró una risa nerviosa, pues muchas mujeres, que no se esperan comentarios así, se quedan bloqueadas en situaciones de acoso. Aunque no tenía por qué hacerlo, mostró el top que llevaba, que era una prenda blanca "normal y corriente" y en la que tanto se había fijado el conductor. Una vez fuera del coche, la creadora de contenido expresó su verdadera sensación: "Vomito".