Por segundo año consecutivo, los premios creados por Aída Domenech – mundialmente conocida como Dulceida – se otorgan en una gran gala celebrada en Madrid. Los galardones buscan el reconocimiento de la nueva profesión que surgió a raíz del uso masivo de las redes sociales, especialmente Instagram y TikTok y ahora también Twitch.
Tal y como Dulceida contaba en su documental, detrás de los stories o de las publicaciones en el feed, hay sudor y un duro trabajo que debe valorarse. Por eso, ella, que fue una de las españolas pioneras en dedicarse a la creación de contenido, inventó los ‘Premios Ídolo’, a los que hoy acuden cientos de influencers. A su llegada, el vestidazo de Aída ha causado sensación, ha aparcado los nervios, dado las gracias a todos los asistentes y ha prometido liderar una gala "llena de sorpresas y, sobre todo, amor".
De nuevo, la capital ha sido la ciudad que ha acogido la ceremonia, en la que los premios se reparten entre las siguientes categorías: Creador Digital, Freestyle, Moda, Streamer, Lifestyle, Arte, Videoclip del año, Esports, Healthy, Youtubers, Concienciación Social, Proyecto visual, Pódcast, TikToker, Belleza, Gastronomía, Artista musical, Humor, Viajes y New Talents.
Por la alfombra roja, que nada tiene que envidiar a la de cualquier otro evento nacional, han pasado caras tan conocidas para Yasss Álvaro de Luna, Samantha Hudson, Eva Soriano, Dani Fernández, Anabel Pantoja, Belén Esteban, Beret, Melyssa Pinto, Nagore Robles, el hermanísimo Álex Domenech, Anita Matamoros, Gemeliers, Marina Rivers o Laura Escanes, la influencer que se ha llevado el premio a la Mejor Creadora Digital del año.
Todos ellos tienen una gran presencia en las redes sociales y ya solo con la nominación ven reconocido su trabajo. Con el vestido perfecto, las uñas de gel, el peinado ideal o la pajarita más in, ha llegado su gran día y todos han brillado en el paseillo previo al comienzo de la gala.
Lo más Yasss de la noche, sin duda, fue el discurso de Samantha Hudson sobre la salud mental, en el que criticó la doble moral de aquellas personas que, públicamente, defienden la importancia de la psicología y la psiquiatría, pero que luego se dedican a acosar a "una chica por hacerse vídeos", en referencia a su amiga y compañera, Marina Rivers.