Sara Sálamo quiso asistir a la gala de los Premios Goya con un look bastante distinto al que había llevado en otras ocasiones y al de la gran mayoría de mujeres que esa tarde pasaron por la alfombra roja. La actriz se presentó en Sevilla con la cara completamente lavada, según ella misma ha asegurado, sin una gota de maquillaje.
Es más, fue a través de un post que compartió en su perfil de Instagram donde explicó el motivo por el que había decidido ir "a cara lavada": "Desde que soy madre, sobre todo, siento mucha preocupación por cómo utilizamos el altavoz que tenemos. Qué reciben nuestros jóvenes a través de las redes sociales y qué tipo de referentes tienen… La llegada de los filtros y las cirugías estéticas financiadas (incluso a menores) me da mucho miedo. Con este gesto solo quisiera reivindicar la naturalidad y la aceptación de una misma para que podamos sentirnos cómodas sin artificios. Y que el maquillaje, la moda o la belleza sean un accesorio y un juego, sin volvernos víctimas de ello", escribió.
Este mensaje, que ha sido muy aplaudido por muchos, también ha sido criticado por otros; ya que han asegurado que es una hipócrita y que sí que llevaba algo de maquillaje. Es más, en TikTok han sido muchos los maquilladores que han analizado sus vídeos en la alfombra roja y ni siquiera ellos consiguen ponerse de acuerdo. Pero lo que Sara asegura es que no iba maquillada.
Ante esta oleada de críticas y de personas que no se creen a Sara Sálamo, Rigoberta Bandini ha salido en su defensa y ha aplaudido el gesto de la actriz a través de sus historias de Instagram: "Cada vez que tenemos un evento mi pareja llega cinco minutos antes y se pone el traje, mientras que yo llevo dos horas de maquillaje y peluquería", empieza diciendo la artista.
Rigoberta Bandini ha puesto en valor el gesto de Sara Sálamo, que "el pasado sábado decide que le hagan unas ondas naturales en el pelo, pero que se va a ahorrar la hora y media de base, colorete, sombra de ojos, iluminador, pestañas, perfilador de labios, pintalabios Y UN LARGO ETCÉTERA".
Ha sido precisamente por esta decisión estética y reivindicativa por la que Sara ha recibido tantas críticas: "Llevo dos días viendo como la criticáis y la cuestionáis por esa decisión. Ridiculizando su acción como si ese gesto no fuera suficiente porque no estaba lo suficientemente 'fea'? Porque su marido es futbolista? Porque llevaba un traje de Armani? Pero y todo eso qué más da? Una mujer quiere abrir paso a que otras nos podamos ahorrar tener que producirnos por OBLIGACIÓN para otros eventos y la aplaudimos. Se lo agradecemos y seguimos adelante. y mañana puede aparecer maquillada porque no está diciendo que maquillarse sea malo, sino que sea opcional. Que normalicemos nuestras caras lavadas como algo bello. Y punto. Gracias Sara", concluye Rigoberta.