Greta Thunberg ha sido desalojada por la policía alemana hace unas horas mientras la joven activista realizaba una protesta por un proyecto de ampliación de una mina a cielo abierto, según ha afirmado la agencia Reuters. Thunberg, icono de la lucha contra el cambio climático por sus virales discursos ante los líderes mundiales y referente en la denuncia de la crisis climática que asola nuestro planeta, ha vuelto a realizar una acción reivindicativa junto a otros activistas medioambientales. En esta ocasión, durante el acto, que lleva días organizándose en la localidad teutona de Lützerath se produjeron ciertas situaciones de riesgo, que se han saldado con el desalojo, por la fuerza de la sueca, llevada en volandas por los miembros policiales para ser identificada.
Desde la pasada semana se vienen celebrando en la mencionada localidad, situada en la zona oeste del país, en el estado de Renania del Norte-Westfalia, diversos actos de protesta. ¿El motivo? La ampliación de una mina a cielo abierto, la de Garzweiler, que supondrá la demolición del municipio para dar cabida al proyecto. Cientos de activistas solicitan desde hace días que la extracción de carbón se detenga y se impida la demolición del pueblo. A ellos se unió, el pasado sábado, Greta en una multitudinaria marcha. En el transcurso de las protestas se han producido ciertos enfrentamientos entre policía y manifestantes, con acusaciones mutuas sobre el uso de la violencia.
Los desalojos han venido produciéndose durante el fin de semana. Este martes, ante el regreso de los manifestantes, la policía alertó de que usaría la fuerza para controlar las identidades de los presentes debido a su cercanía de la cornisa de la mina, una zona potencialmente peligrosa. Allí fue detenida Thunberg, llevada en volandas por tres agentes hasta una zona segura en la que se procedió a establecer su identidad. El traslado se produjo de forma pacífica y con la activista sonriendo. Se desconoce qué sucederá con ella o el resto del grupo.
Thunberg lleva años siendo uno de los rostros más populares de la denuncia contra la crisis climática. La activista, que este enero ha cumplido veinte años, comenzó muy joven su labor de protesta y reivindicación, algo que, le ha ayudado, como ella misma confesó, a superar una depresión que sufrió con once años, por la que dejó de comer y hablar y que, finalmente, resultó en un diagnóstico del síndrome de Asperger que visibiliza actualmente y que en ocasiones ha calificado como un “superpoder” y sobre el que siempre intenta concienciar.
Su proyección desde pequeña ha provocado que el foco mediático analice cada movimiento de la ambientalista. Siempre en el ojo del huracán, la sueca ha sido especialmente crítica con los mandatarios mundiales en las distintas ocasiones en las que los ha tenido de frente a lo largo de su contundente trayectoria. Su discurso claro, llamando siempre a acciones inmediatas, es uno de sus mayores activos, pone el foco en cada una de sus intervenciones y en las acciones en las que participa, poniendo en el mapa situaciones y emergencias como la que sucede en dicho pueblo alemán.