Violeta Mangriñán está en uno de los mejores momentos de su vida. Además de mostrarse siempre orgullosa de su familia - Fab, Gala, Cane y ella - , acaba de cambiarse de piso en Madrid, con vistas a su gran mudanza a la Comunidad Valenciana. La influencer ha decidido alquilar un "pisito" más pequeño en la capital para cuando ella y Fabio tengan que venir a trabajar y, después de este primer cambio, los cuatro se mudarán definitivamente a la casa que se han construido en la ciudad Natal de Vio.
Todos han pasado una maravillosa Navidad, la primera de la pequeña Gala, pero no siempre ha sido así en la familia de los Mangriñán. A raíz de una revisión que la valenciana tenía de sus lunares, contó la dramática historia de su familia paterna: uno de sus tíos murió de cáncer de piel - de ahí la importancia de las revisiones - y, el otro, de una forma mucho más trágica, aunque igual de dolorosa para sus seres queridos:
"Mi padre tenía tres hermanos, con él sumaban cuatro. Dos de ellos murieron. Uno de ellos, en un accidente de moto el día de Nochebuena y otro de un cáncer de piel que terminó en metástasis. Al tener antecedentes en la familia del cáncer de piel, mi padre siempre me ha recalcado la importancia de la prevención. Me quité todos los lunares que tenía en la cara hace años, puesto que el cáncer de mi tío empezó por un lunar que tenía en la cara y que cambió de color...Yo sigo tratando de cuidar y prevenir, os cuento esto para recordaros la importancia de la prevención. Id al médico, haceos revisiones, porque la salud es lo más importante".
La influencer publicó este storie pocos días después de la triste muerte de Elena Huelva, que llevaba cuatro años luchando contra el cáncer. En este caso, la sevillana fue víctima del sarcoma de Ewing, un raro tipo de cáncer óseo que afecta, sobre todo a niños y adolescentes. Con su fallecimiento, Violeta ha vuelto a tomar conciencia de lo importante que es revisarse, pues, además de la investigación, el diagnóstico precoz es crucial a la hora de salvar vidas.