El Observatorio contra la Homofobia (OCH) reveló en su informe anual de 2022 que en Cataluña las agresiones LGTBI-fóbicas durante ese año han sido 237, es decir un 16,5% menos que en 2021 que se registraron 284. Pese a que este dato pueda parecer alentador, lo cierto es que mientras que se redujeron el número de ataques, se denunció que la intensidad y la violencia de estos ha aumentado a la par para todo el colectivo LGTBI.
Los datos expuestos ponen en evidencia que ha aumentado la violencia ya que las agresiones de tipo físicas son las que predominan hoy, ya que han aumentado un 20,4% más que en 2021 y por primera vez superaron a las verbales que hasta ese entonces eran las mayoritarias. Estas hoy ocupan el segundo puesto, seguidas de las muestras de odio hacia el colectivo o exaltación.
En este plano, el Observatorio ha podido identificar que la mayoría de las agresiones violentas físicas se dan en la vía pública, luego en internet y las redes y en tercer lugar, en el transporte público. Al mismo tiempo se registró que el aumento de estas acciones contra el colectivo ocurrieron en el ámbito del ocio nocturno y que se redujeron en el contexto privado. “Si se naturalizan los discursos de odio, tenemos delitos de odio. Si el agresor insulta y no pasa nada, se sube un escalón”, fueron las palabras expuestas por el portavoz del Observatorio, Eugeni Rodríguez al presentar los datos del año pasado en la rueda de prensa e hizo un llamado a la reflexión a los poderes públicos sobre la situación.
Los datos del informe alertan al entorno y al colectivo, ya que desvelaron un aumento en las agresiones y con mayor intensidad hacia colectivo trans o personas no binarias. Durante 2022 ocurrieron 57 ataques, lo que significó un 25% más respecto al 2021, "Con una intensidad violenta y preocupante", según Rodríguez.