La selección iraní no se quedó al margen de la situación de tensión y conflictos que está viviendo en sus tierras. Minutos antes de comenzar su primer partido en el Mundial de Qatar contra Inglaterra, el equipo decidió vetar su propio himno y no entornarlo en señal de protesta por la ola de conflictos sociales que se desataron en el país debido a la muerte de Mahsa Amini y que dejaron sin vida a 400 personas.
A raíz del silencio que el equipo realizó durante el himno, según la agencia DPA, los medios iraníes cortaron la transmisión en aquel momento, también gracias a que varios de los aficionados presentes en la estadio abuchearon el himno, mientras que otros alzaron carteles con la frase "Mujer, Vida y Libertad" en apoyo a la lucha en contra el régimen machista de los ayatolás y la represión hacia las mujeres iraníes.
Horas después que finalizara el partido con un resultado ganador para Inglaterra frente a Irán, en la rueda de prensa el capitán iraní, Ehsan Hajsafi, habló sobre el conflicto de su país y manifestó que el equipo representa a la población y actualmente las condiciones en el país "no son las más adecuadas". Además dejó en claro que su deber es representar a la población "con buenos resultados".
En este plano en vísperas de la inauguración de la Copa Mundial, el joven ya había manifestado sus condolencias el domingo pasado hacia las personas que habían perdido la vida en las protestas y envió un cálido pésame a los familiares. A la vez, hizo frente a las advertencias que el líder de los ayatolás, Alí Jamenei, hizo hacia el equipo al manifestarles que no "podían faltarle el respeto al país" enviando mensajes en medio de un contexto con especial influencia sobre el país, como es el Mundial.
El 16 de septiembre una ola de protestas se desató en Irán debido al arresto y luego asesinato de Mahsa Amini, la joven de 22 años que fue detenida por la Policía Moral del país por llevar mal puesto el velo. A raíz de ello, miles de personas, dentro y fuera del país, han quemado velos, se han cortado el pelo y han salido a las calles a protestar contra el régimen machista de los ayatolás que han saldado la vida, según organizaciones de Derechos Humanos, de 400 personas y la detención de varias más.