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Marisa, profesora de Charlie en el hospital: "Siempre ayudaba a los niños que empezaban el tratamiento y les daba apoyo"

  • La profesional se vuelca en cumplir el último sueño del joven: un desfile solidario con el objetivo de recaudar fondos para el cáncer infantil

  • El famoso tiktoker, fallecido en agosto, se mostraba muy ilusionado con la idea de organizar el evento y participar en él

  • "Me alegra que se sepa que Carlos era todo bondad", señala su profesora en el hospital ante la repercusión por su muerte

La huella que ha dejado Charlie se extiende más allá de las redes sociales. El famoso tiktoker, fallecido el pasado mes de agosto a los 20 años víctima del cáncer, era todo un ejemplo de fuerza y superación. Día a día, contaba a sus seguidores cómo se encontraba en el duro trance que suponía convivir con la enfermedad desde tan joven. "Soy un chaval normal pero con cáncer", explicaba en su bio de Instagram. A través de vídeos y publicaciones, Charlie mostraba sus jornadas en el hospital, sus sesiones de quimioterapia, se alegraba de sus avances y transmitía con una fortaleza pasmosa sus recaídas.

Casi un mes después de su fallecimiento, el recuerdo de Charlie sigue muy latente. En el Hospital General Universitario Dr. Balmis de Alicante, donde Charlie era tratado de su enfermedad, el vacío que ha dejado es profundo. Estos días, varios de los responsables de la Unidad Pedagógica Hospitalaria (UPH) se están volcando en cumplir el último sueño del joven: un desfile solidario con el objetivo de recaudar fondos para el cáncer infantil. El evento se celebrará el próximo 1 de octubre a las 19 horas en la Plaza de Toros de Alicante y las entradas ya se pueden adquirir. También existe una fila cero (ES32 2100 2874 8913 0008 4657) para aquellos que quieran aportar su granito de arena en el caso de no poder asistir.

"Estoy viviendo la época más ajetreada de mi vida, pero es algo muy bonito", cuenta a Yasss Marisa. Ella es la profesora de "los nenes" que ingresan en el hospital con cáncer u otras enfermedades y una de las responsables en la organización del evento. Durante muchos años, también cuidó a Charlie. "A Carlos no le gustaba estudiar nada. De hecho, me costó mucho acercarme a él porque pasaba de mí. Incluso, a veces, se hacía el dormido para evitarme", cuenta entre risas. "Pero le cogí por lo que él quería. Le pregunté qué le gustaba y me dijo que la moda. Así que le propuse hacer un desfile y que él fuera uno de los modelos".

Así nació la primera edición del desfile solidario, que se celebró en 2019 y fue todo un éxito. Efectivamente, Charlie desfiló por la pasarela y el público quedó encantado con la iniciativa. "Fue más bonito de lo que pensamos. Se notó que lo habíamos organizado con todo el cariño del mundo. Cuando Charlie salió al escenario parecía que se lo iba a comer. Estaba muy ilusionado", rememora Marisa.

Aunque el objetivo era convertir el desfile en una cita anual, la pandemia del coronavirus desbarató todas las iniciativas. Hasta que, hace unos meses, Charlie recayó y tuvo que volver a ingresar en el hospital. "Fue entonces cuando volvimos a pensar en la celebración de ese segundo desfile y Carlos enseguida comenzó a prepararlo todo. Llamó a sus amigos influencers, hablamos con las marcas... Incluso él quería presentarlo. El desfile era algo muy importante para él y le hacía evadirse de su realidad. Sus médicos me decían que, a veces, Charlie no parecía recordar que estaba enfermo", cuenta con orgullo Marisa.

El zarpazo de la muerte llegó antes de que Carlos pudiera culminar su sueño. Sin embargo, tanto su novia Nerea como la Unidad Pedagógica Hospitalaria del centro se han propuesto hacer realidad ese desfile en el que tanto había trabajado Carlos. Además, será en su honor: pasará a recibir el nombre de Carlos Sarriá.

"Él ayudaba a todos los niños que empezaban los tratamientos y les daba apoyo. Les transmitía la experiencia de cómo encarar una enfermedad grave y les animaba", explica. Incluso, Marisa animó a Charlie a visibilizar el cáncer en las redes sociales. "Yo le apoyé y le pedí que lo contara. Hasta le obligaba si alguna vez sentía que no merecía la pena. Me alegro de que, tras su muerte, todo el mundo sepa que Carlos era bondad. Contaba su enfermedad desde un punto de vista positivo, y eso ha ayudado a mucha gente", explica la profesional.

El desfile del próximo 1 de octubre será el último acto de generosidad de Charlie. "Gracias a este desfile, muchas familias verán lo felices que son los peques pese a tener cáncer. Los niños están enfermos pero son niños. Les gusta hacer estas cosas y la mayoría acaba superando la enfermedad", concluye.

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