El Congreso de los Diputados aprobó este jueves la ley Orgánica de Garantías Integral de la Libertad Sexual, la también conocida como ley del 'sólo sí es sí'. El aspecto más fundamental de esta ley es el consentimiento. Hasta ahora, el ordenamiento jurídico consideraba agresión tan solo aquellos casos en los que se pudiera probar que la violación se produjo con fuerza o intimidación. Esto cargaba sobre los hombros de las mujeres la responsabilidad de demostrar que se habían resistido. La nueva ley establece que "solo se entenderá que hay consentimiento cuando se haya manifestado libremente mediante actos que, en atención a las circunstancias del caso, expresen de manera clara la voluntad de la persona".
Algunos establecimientos, sin embargo, quieren ir más allá a la hora de expresar un consentimiento. Una popular discoteca de Sídney (Australia), el Club 77, ha introducido recientemente cambios en su política respecto al acoso y la seguridad. A partir de ahora, toda aquella persona que sea 'cazada' mirando a alguien sin su consentimiento previo será expulsada del local.
El establecimiento quiere que su discoteca sea "un espacio seguro" y consideran que tienen que tomar medidas "para hacer frente a los incidentes antes de que puedan ocurrir". Por ello, dicen sentirse obligados a "educar a los nuevos asistentes y ayudarlos a comprender lo que se considera un comportamiento inaceptable dentro del lugar y en la pista de baile".
Para controlar que las personas no se excedan en sus miradas, el Club 77 ha contratado a un equipo de seguridad que deambulará con chalecos de color rosa para gestionar cualquier queja o preocupación de los asistentes. "Si recibimos informes de cualquier comportamiento que haya hecho que alguien se sienta incómodo, la persona denunciada será retirada del local y se llamará a la policía", asegura el mencionado comunicado.
Las nuevas medidas han sido, en gran parte, aplaudidas por muchos de los frecuentes asistentes a la discoteca. “Gracias por mantener la seguridad del cliente como prioridad” o “Respaldando esto al cien por cien” son algunos de los comentarios que pueden leerse en su cuenta de Instagram.
Sin embargo, hay quienes no han compartido la nueva política de seguridad y también han querido hacérselo saber al club en los comentarios: “Tenéis que estar bromeando. Entonces, si miras a alguien por accidente, podrían echarle”, “Que descanse en paz la interacción social”, “La estupidez de estas normas garantizará que los únicos clientes que asistan a este club sean la generación millenial”.