Taylor Swift podría ostentar un buen número de récords si quisiera: el de los exnovios que peor se portan con ella, el de los gatos más adorables o el de ser la novia de América y la única persona que seguiría teniendo un peinado increíble después de sufrir un accidente mortal de coche.
Penar líricamente por el corazón roto y sin tiritas que lo arreglen es uno de los grandes talentos de la cantante. Durante toda su carrera ha reconocido que se inspira en su propia biografía para escribir temas, y solo en los últimos discos ha cambiado la tónica y se ha pasado a la pura ficción para “evitar dramas innecesarios”. Claro, siempre es mejor componer un verso desgarrado y nostálgico y cantarlo mediante un contrato de varios millones de dólares que mandarle una cabeza de caballo cortada a tu ex, y Swift es una experta en transformar la materia biográfica de la nostalgia y la incomunicación en una serie de letras e himnos que ya forman parte de la historia del pop.
¿Conoces todos los exnovios a los que les ha dedicado alguno de sus grandes himnos de desamor?
El olfato de la cantante para encontrar el amor ya empezó ligeramente escacharrado en la universidad, con un noviete desconocido que le hizo la cama, y no nos referimos precisamente a cambiar las sábanas o limpiar el baño (eso hubiera estado bien, Jordan). A él le dedicó la canción ‘Picture to burn’, después de enterarse de que Alfrod le había sido infiel.
“Last Kiss”, “Forever and Always” o “Holly Ground” son temas del disco Fearless (2008) en los que puede rastrearse la presencia fantasma de uno de los Jonas Brothers, con quien la cantante salió en 2008.
Según dijeron algunas fuentes autorizadas, la relación terminó con el equivalente al ghosting moderno; una llamada de teléfono expeditiva de 27 segundos. Algo similar a “te tengo que dejar, que se me quema la comida en el fuego”.
Resulta difícil tomarse en serio a un hombre lobo recién salido de una sesión de láser (vaya, completamente depilado), pero algo debió de ver la cantante en el protagonista de Crepúsculo para salir con él durante tres meses.
Diversas fuentes cercanas a la pareja confirmaron que el actor estaba bastante más interesado en Swift de lo que ella estaba en él. Quizá no ayudó que Lautner saliera a defenderla patriarcalmente de los ataques de Kanye West, uno de los enemigos de la cantante en la industria. Ocurrió durante la gala de los MTV, cuando el rapero le robó el micrófono a Taylor sin venir a cuento. Fue ella la que le decidió cortar la relación. Meses más tarde salió ‘Back To December’, dentro del disco Speak Now. La letra contenía una especie de disculpa y una reflexión sobre los errores del pasado.
‘Because the last time you saw me / Is still burned in the back of your mind / You gave me roses and I left them there to die”.
Colaboraron por primera vez cantando Half of My Heart, pero el corazón se lo dieron completo y envuelto para regalo después de este shippeo. La diferencia de edad, 31 de Mayer frente a 19 de Swift, no ayudó a que la relación prosperara.
De hecho, Swift se vengó del mal trago escribiendo ‘Dear John'. No fue sutil ni con el título ni con el contenido de la letra y sus críticas a la relación entre un hombre mucho más mayor que su víctima amorosa.
Con esta relación, Swift se ganó el apodo de sufridora impenitente y lo pasó bastante mal, como ella misma ha reconocido a lo largo de los años cuando le han preguntado por qué acabó todo con uno de los chicos bonitos de la industria. De nuevo, la cantante creó una composición inspirada directamente en sus idas y venidas envenenadas con el ex One Direction. El juego de palabras no ahorraba sutilezas. La canción fue ‘Style’.
La teoría oficial de los fans es que el disco al completo habla veladamente de su drama amoroso con Styles. Vamos, que está repletito de easter eggs, la palabra que se utiliza en la industria de los videojuegos para los guiños a otras obras.
La batería de rumores por los que estos dos tórtolos millonarios y famosos no cuajaron en 2010 es incluso más larga que la lista de exnovios de Taylor.
Unas malas lenguas dicen que Gyllenhaal le fue infiel con Anne Hathaway durante el rodaje de una comedia romántica (la vida y sus paradojas); otras, con una base más cierta, afirman que la diferencia de edad volvió a ponerle palos en las ruedas. Casi todo el mundo (especialmente los fans de Swift) coinciden en que ‘All Too Well’ parece una canción hecha a imagen y semejanza del amor tóxico con Gyllenhaal; incluso ‘We are never ever back toguether” contiene trazas de recadito, pulla e indirecta.
“Y nunca fui buena para contar chistes/Pero el chiste dice: ‘Me haré mayor, pero tus amantes siguen teniendo mi edad”, dice uno de los versos de Taylor. Blanco y en botella.