La privacidad es un asunto que preocupa a WhatsApp casi desde su creación. En sus primeras versiones, la aplicación de mensajería propiedad de Facebook contaba con una limitada cantidad de opciones disponible, especialmente en lo tocante a las fotos y los videos que nos mandábamos a con nuestrxs conocidxs. Una vez enviados, permanecían para siempre en el teléfono de la otra persona y, en determinadas circunstancias, esta podía darles el uso que quisiera sin nuestro consentimiento.
Con el tiempo, el uso del ‘una sola vez’ en WhatsApp ya abarca multitud de aspectos útiles en nuestra forma de comunicarnos con los demás y se ha convertido en un must si queremos mantener nuestra privacidad al más alto nivel. Ponerle fecha de caducidad de lo que enviamos quita muchos quebraderos de cabeza. Te contamos cómo activar esta opción.
Lo cierto es que el uso normal de la aplicación no nos hacía pensar que mandar una fotografía o un video con fecha de caducidad fuera algo fundamental, pero esto cambió cuando el componente amoroso entró en la aplicación y las parejas y crushes de todo el mundo dieron comienzo a sus jueguitos, sesiones de sexting subidas de tono (con prueba gráfica) y toda una serie de instantes de la vida diaria en los que utilizar la función de ‘visualización única’ se convirtió en algo fundamental.
En este sentido, WhatsApp ha tomado buena nota de Instagram, que contaba con esta funcionalidad desde tiempo atrás y le daba a sus usuarixs la posibilidad de enviar fotos y videos que pudieran verse una sola vez antes de ser borrados, desde una foto subida de tono a la clave del Wifi, que tantxs amigxs agradecen cuando nos hacen una visita en casa.
Básicamente, al activar esta opción, todos los archivos que enviemos podrán ser vistos una sola vez por el destinatario. Si no los abre, permanecerán durante 14 días en el chat en ese estado ‘gaseoso’ antes de dormir el sueño de los justos y borrarse automáticamente pasada esa franja temporal.
Los responsables de la app ya han dado sus preceptivas advertencias, y recomiendan habilitar la visualización única por defecto. Asimismo, sugieren también utilizarla exclusivamente con personas de nuestra máxima confianza.
Depende de cada persona convertir su privacidad en un espacio de reglas acotadas o en un Watergate de filtraciones en el que acabemos diciendo: “¿Se puede saber por qué media ciudad tiene ya esa foto mía disfrazado de domador de fieras en la que estaba preparado para hacerte el amor?”.
El proceso es muy sencillo. Ni siquiera hay que entrar en la sección de configuración.
El único inconveniente de esta funcionalidad de ‘visualización única’, tan recomendable para mantener nuestra privacidad a nuestro gusto, es la facilidad con la que algunas personas malintencionadas podrían saltarse la protección que nos brinda. Les bastaría con hacer una captura de pantalla del contenido que les hemos enviado para que diera exactamente lo mismo que se pudiera visualizar una sola vez. Con todo, es un paso, una garantía básica de que nuestro material no podrá ser usado, en la mayoría de casos, sin nuestro consentimiento.