2023 ha sido un año fascinante en lo tecnológico. En el futuro lo recordaremos como la época en la que introdujimos la inteligencia artificial en nuestras conversaciones de café y nos quedamos asombrados con sus primeros pasos, como ese bebé que aprende a decir papi o mami sin defecarse encima.
Modelos de lenguaje como Chat GPT han demostrado ser mucho mejores que algunos seres humanos en tareas tan distintas como redactar un texto en apenas 30 segundos, programar un plan de ejercicios o compilar una información que tardaríamos horas en encontrar manualmente en el disperso mal de la red. Hay quien no ha tardado en pedirle a la inteligencia artificial todo tipo de consejos: cómo educar a tu gato para que no te mate, por ejemplo. Otro: cómo ligar bien.
Uno de los grandes problemas de quienes usan las aplicaciones de citas son esas frases y emojis para ‘entrar’ a la otra persona, esa brumosa identidad digital de la que tenemos muy pocos datos. Una descripción más o menos ingeniosa (o más o menos deprimente), unas cuantas fotos, la mención a ciertas canciones…
Las red flags son un aspecto importante, especialmente si eres usuaria de la aplicación y recibes tal cantidad de matches que acaricias la idea de tener un secretario personal enano para que las gestione y descarte a los escaladores, los criptobros y los surferos que dicen amar la poesía (sorpresa: la poesía no sabe fornicar).
Nadie en su sano juicio aceptaría que le tiraran fichas con esos comodines horrendos que tantos y tantas siguen utilizando: “Qué guapa eres, me gustan tus fotos” (Subtexto: hay un sótano donde tengo a otras como tú) “Veo que tienes gato” (Subtexto, esta persona no ve; es probable que se cague encima tres veces al día). “Hola, caracola” (Subtexto: estás hablando con alguien que pronto te propondrá ir a una jam de poesía, y lo lamentarás). “Toc, toc: se puede” (Subtexto: Toc, toc, orden de alejamiento)
La pregunta capital sería si la versión gratuita de Chat GPT podría ayudarnos a conseguir match en Tinder y darle la sensación a esa persona (cuyo perfil nos gusta) de que tenemos calefacción central, no vamos a hacer ghosting a las primeras de cambio y huir a aguas internacionales y manejamos un nivel de conversación suficiente como para durar más de un vino o un café.
Cabe añadir que, de momento, Chat GPT sería un candidato ideal para cuentas deliciosas de X como ‘Personas que no saben ligar’. A la petición de “Dime algunas frases buenas para ligar con una chica de Tinder a la que le gusta el cine y los gatos”, el algoritmo se muestra cauto y servicial, como si la cita fuera a darse en una sesión de catequesis o fuera imperativo llamar a la policía. No eres tú, soy yo, algoritmo.
No hay emoción, fuego o jugueteo, sino cautela. Imagina este meme, y acertarás.
Si queremos lanzar frases de ligoteo efectivas, bien estructuradas y con gancho, de momento tendremos que utilizar chatbots específicos como YourMove.ai o Rizz, una aplicación construida a partir de un modelo de lenguaje como Chat GPT que se encarga de buscarte los mejores textos para hacer match sin parecer un asesino en serie.
La empresa que lo ha creado lo define como “una especie de asistente con el que puedes garantizar tus conquistas en los servicios diseñados con la intención de conocer a otras personas desde la comodidad de tu sofá”. Funciones muy similares a las de YourMove.ai, por otra parte. Una bendición para esa gente cansada de esforzarse en… bueno, ser interesante.
Según parece, la propia aplicación realiza tareas adicionales. Puede teclear por nosotros lo que “tenemos que decir” para que la otra persona se avenga a una primera cita. Según lo describen quienes la han usado (usuarios de habla inglesa), una vez seleccionada la conversación se conecta al teclado de nuestro teléfono y genera respuestas. Rizz es un celestino/a. Como si dijéramos, la mano invisible que enciende las velas y genera la atmósfera de seducción y ligoteo necesarias para una cita perfecta.