Cualquiera que haya usado Instagram y tenga una cuenta activa en la que publica contenido regularmente sabe que hay muchas formas de relacionarse con la aplicación, casi tantas como herramientas para mejorar nuestra experiencia de usuario, gestionar nuestro feed o administrar comunidades de seguidores a los que les interesa lo que subimos.
Conforme pasan los años, sus responsables han conseguido refinar la aplicación y su particular algoritmo y le han añadido algunas herramientas que en su día nos sorprendieron, pero que ya forman parte imprescindible del ecosistema del feed. Podemos hacer casi de todo, desde eliminar el recuento de likes y así no estar tan pendientes de la validación y las métricas, a crear historias en colaboración con otras cuentas, por nombrar solo un par de la enorme cantidad de herramientas disponibles en la app que se han añadido en los últimos años.
La cuestión de los haters y los comentarios desagradables y ofensivos tiene su miga, y varía en función de cómo queramos relacionarnos con la aplicación. Habrá a quien le den igual y permita la barra libre en su feed. Habrá, lógicamente, quien no quiera pasar por el trago de aguantar las opiniones ajenas que no ha pedido y busque protegerse de los más nocivos y eliminarlos. Es una máxima que también nos sirve para estar más tranquilos en nuestra vida digital. “Mi casa (Instagram), mis reglas”.
En este caso, eliminar los comentarios que no nos gustan resulta muchísimo más sencillo que andar trasteando en la configuración de la aplicación y sus distintos menús. La tónica habitual es que alguna herramienta útil esté demasiado escondida, y casi siempre nos hace falta un tutorial para encontrarla.