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7 de cada 10 españolas adolescentes han tenido molestias en su primera relación íntima, según un estudio

  • Más de la mitad de las mujeres (53%) ha tenido su primera relación sexual entre los 17 y los 20 años

  • El 65% de las mujeres no ha consultado a un profesional al sentir dolor al mantener relaciones sexuales

  • Andrea Batlle, fisioterapeuta especializada en suelo pélvico y directora de la clínica ABfisioterapia de Barcelona, recomienda relajarse con ejercicios de respiración y sobre todo, destacar la importancia de la autoexploración ya que muchas mujeres comienzan su vida sexual con su pareja pero no consigo mismas

Durante la adolescencia sufrimos todo tipo de cambios tanto hormonales como corporales a los que tenemos que aprender a adaptarnos. Esta etapa, que muchos viven ahora y que otros recuerdan con mucho cariño, tiene un sinfín de cosas buenas y algunas que no lo son tanto (como en todo, claro).

Y es que, además de estos cambios, también es el momento del despertar del deseo sexual y de las primeras experiencias Esto no lo decimos nosotros, sino la 'Encuesta sobre el comportamiento sexual femenino en España' elaborada por INTIMINA, la compañía que ofrece la primera gama de productos dedicada a cuidar los aspectos de la salud íntima femenina.

Según este estudio, más de la mitad de las mujeres españolas (53%) tuvo su primera relación sexual entre los 17 y los 20 años, y un 17% de las encuestadas lo hizo en edades comprendidas entre los 14 y los 16.

¿Es normal que nos duela cuando practicamos sexo por primera vez?

Hemos imaginado muchas veces cómo será nuestra primera vez y pocas veces la realidad coincide con lo que habíamos imaginado, ya que normalmente cuando esto va a pasar estamos demasiado nerviosas, desconocemos nuestro cuerpo o el dolor que vamos a sufrir.

Y es que en este caso los datos son muy reveladores, ya que 7 de cada 10 mujeres españolas aseguran haber tenido una primera relación sexual con molestias o dolor, la mayoría de estas fueron durante la adolescencia.

Pero, ¿a qué se debe esto? Pues bien, esta sensación se debe a que la mayoría de las mujeres nacen con un himen, membrana en la vagina que puede romperse o rasgarse durante el ejercicio físico y también durante las primeras relaciones sexuales con penetración, produciendo sangrado (o no) y una leve molestia.

No obstante, es importante aprender a diferenciar entre dolor y molestia. Al tratarse de una sensación nueva, las molestias son normales y en muchos casos, confundidas con un dolor real. Precisamente, mientras que el 74% de las encuestadas afirma que el dolor o molestia duró poco (solamente durante algunas relaciones sexuales), 2 de cada 10 mujeres sostiene que la molestia perduró durante un cierto periodo de tiempo.

A pesar de que el porcentaje de encuestadas que declara que aún padece dolor con las relaciones sexuales es bajo (5%), existe un cierto grado de desconocimiento frente a qué tipo de especialista acudir y si es necesario o no. Muchas mujeres desconocen la importancia de una visita médica adecuada, minimizando su situación o incluso, sin saber que existen profesionales especializados que pueden ayudarles. De hecho, solo una cuarta parte de las españolas (24%) visitó a un ginecólogo para tratar las molestias o dolor, y un 10% lo consultó con un fisioterapeuta especializado en suelo pélvico.

¿Qué hacer cuando el dolor es real y persistente?

Andrea Batlle, fisioterapeuta especializada en suelo pélvico y directora de la clínica ABfisioterapia de Barcelona y colaboradora habitual de INTIMINA, sostiene la importancia de "aprender a diferenciar el dolor con respecto a la molestia. En la mayoría de los casos, se trata de un dolor físico, pero a la vez emocional, porque la adolescente no conoce la sensación al tratarse de una experiencia nueva, y porque los tejidos involuntariamente están más contraídos".

Así que, añade que: "Para ello, es muy importante la relajación con ejercicios de respiración, por ejemplo, y sobre todo, destacar la importancia de la autoexploración, ya que muchas mujeres comienzan su vida sexual con su pareja pero no consigo mismas. La masturbación, ayuda a las mujeres a conocer su cuerpo y a decidir qué les apetece o no durante la práctica sexual con la pareja".

Además, añade: "la comunicación es fundamental. Muchas niñas no se atreven a visitar a un profesional porque para que esto ocurra, deben hablar con sus padres y les da vergüenza dar ese paso. Por eso, es importante destacar que en las primeras relaciones sexuales pueden aparecer ciertas molestias, pero cuando estas persisten y el dolor es grave, es recomendable consultar con su ginecólogo/a o con una fisioterapeuta para detectar el problema. Muchas veces, eliminando ese 'miedo' y trabajando con ejercicios de autocontrol, la mujer mejorará rápidamente. En algunos casos, las sexólogas también acompañan en este proceso", concluye la especialista.