A menudo, en el sexo, nos preocupa caer en la rutina y la abulia de un encuentro sin magia, donde tiramos de posturas innovadoras con nombres delirantes (el koala exprimidor) o de los dos o tres trucos que creemos que funcionan (y a los que ya les está saliendo una pequeña capa de moho). “Las mejores posturas sexuales” es una de las búsquedas que más predicamento tienen en Internet; más incluso que “Como hacerse rico en diez minutos” o “¿Puedo hacerle ghosting a mi jefe escondiéndome detrás de ese helecho?”.
Es importante ser creativos para que el encuentro sexual con nuestra pareja o nuestro crush nos motive (¿conoces la postura sexual favorita de los millennials?), pero también es fundamental poner cuidado en no descalabrarnos mientras realizamos alguna de las posturas que hemos aprendido leyendo foros remotos en la red. Spoiler: proferir un rugido de animal selvático y hacer un triple tirabuzón inverso delante de él o ella, con la promesa de que vivirá un orgasmo memorable, puede salir fatal. Es más: si nos despistamos, podemos decidir probar alguna de las posiciones que más fracturas de pene provocan, y volver a enamorarnos de nuestra pareja como el primer día y en el lugar más inesperado: URGENCIAS
Visualicemos: ella se coloca a cuatro patas y él se sitúa detrás, bien de rodillas o de pie, si estáis en el borde de la cama. Has de saber que varios estudios han concluido que un buen número de casos de fractura de pene se producen en esta postura. El modo en que lo explica una investigación de científicos brasileños suena un poco exagerado, rocambolesco y hasta patriarcal.
Al parecer, en un momento de amor, de ira homicida o de lo que sea que haga al hombre embestir con fuerza excesiva y venirse arriba, el pene podría salirse de la vagina y golpear el perineo o la sífilis del pubis de forma dramática. Lo menos que puede pasar es que aparezca el dolor, y una fractura no sería nada descabellada.
“Si el hombre en esta posición saca todo su miembro con la intención de volver a introducirlo con rapidez, podría estrellarse con la parte exterior de la vagina con tanta fuerza que se genere el quiebre del cuerpo cavernoso”, explica el urólogo Enrique Morillo.
A la hora de tener sexo, debemos pensar también en la rotura de frenillo, una lesión muchísimo más habitual que la fractura del pene o los cuerpos cavernosos, que al fin y al cabo es algo bastante infrecuente, independientemente de todos los artículos alarmistas que pueden rastrearse por la red.
Parece la más obvia, pero es que además es una de las más peligrosas si ella no controla el movimiento y, en un descuido (o un momento mágico), descarga todo el peso de su cuerpo mientras el pene se encuentra en una inclinación inadecuada.
¿El resultado? Una posible fractura de pene, un alarido, a medio camino entre la promesa de amor definitiva y el horror corporal, y dolores, muchos dolores. 44 casos del estudio confirmaron que esta había sido la postura fatal, la que le dijo al pene: mira, estás rotito.
Según los datos de la investigación, esta es la tercera postura que más fracturas de pene provoca. Él está de pie y carga con todo el peso del cuerpo de ella, encima, de forma que la fuerza del movimiento de ella va contra el pene.
Con cada sacudida, hay riesgo de que se produzca una fractura en los cuerpos cavernosos. No es la única lesión que podría aparecer, si él no es suficientemente fuerte y en algún momento es incapaz de sujetar todo el peso de ella, la deja caer y se hace daño en la espalda. Os queréis, de acuerdo, pero ahora estaréis cojos y malheridos durante una buena temporada.
No debemos olvidar que el riesgo también existe para el clítoris en cualquier encuentro sexual y que es importante consensuar las posturas que se van a practicar, poniendo empeño en que las dos partes disfruten y no se abrace ninguna práctica de riesgo con tal de no caer en la rutina.
Una cosa es innovar y otra creernos Nadia Comanecci volando sobre el plinto de gimnasia y pensar que nuestros órganos sexuales lo aguantan todo. En algunas posturas es el pene el que corre más peligro, pero, como explica el doctor Morillo, el clítoris también puede fracturarse si es mordido o recibe un golpe demasiado fuerte.