Después de que ‘Sexo en Nueva York’ hiciese famoso el vibrador conejito, llegó el succionador de clitorís, y en términos de erotismo ya nada fue igual después del Satisfyer. Las sexshops, online y físicas, dejaron de verse como espacios hostiles y vieron un repunte de ventas: te gustase lo que te gustase, ahí dentro hay algún juguete para ti. Y eso incluye los anillos vibradores.
Es uno de los juguetes más vendidos en las sexshops, y casi todas las parejas que lo usan lo recomiendan después. Pero, ¿qué son exactamente? ¿Son muy caros? ¿Se pueden usar en pareja o son para disfrutar en solitario? Te lo contamos en Yasss.
Es uno de los juguetes más pedidos por las parejas en las sexshop y está pensado para usarlo en una relación sexual con penetración. Se trata de un anillo con una especie de bala en lo alto, que se planteó en su origen para dar placer a la persona con pene, a grandes rasgos, vibra y ayuda a prolongar la erección. ¿Alguna petición más?
Los hay de mil formas, tamaños y colores, y en una relación sexual con penetración habrá diversión para todas las personas que intervengan. El anillo se coloca en el pene (normalmente en la raíz, aunque puede colocarse también en el medio o en la punta del glande) cuando está flácido o justo antes de que empiece la erección, con la bala mirando para arriba. Así, en las penetraciones vaginales, la vibración estimulará el clítoris.
Es muy importante que el pene esté completamente rasurado, para que no se enganche el vello con el anillo, y no usarlo más de 20 minutos seguidos, ya que puede afectar a la circulación sanguínea. Si quieres disfrutar de él, alterna su uso con otros juegos, y si el pene está dolorido, quita el anillo enseguida.
Antes de usar cualquier juguete sexual, infórmate. Eso evitará que te gastes la pasta en un objeto que, al final, no vayas a usar (¡y la idea de los juguetes sexuales es precisamente disfrutar!). En cualquier caso, el anillo es muy popular, y además cuenta con una larga tradición de objetos (sin vibración) para el pene que le preceden. Los vibratorios llegan el siglo pasado, para retrasar la eyaculación del hombre; se recomiendan a personas con disfunción eréctil o problemas de eyaculación precoz.
La presión del anillo ayuda a mantener firme la erección, estimula el clítoris y la vulva y ayuda a alcanzar los orgasmos, pero hay que tener muchísimo cuidado con el uso: nada de usarlo más de 20 minutos ni de ponérselo después de consumir drogas o beber muchísimo alcohol, ni muchos menos quedarse sobado con él puesto. Si se usan incorrectamente, estos anillos pueden causar priapismo, una condición en la que el pene sigue erguido durante horas y puede causar daños severos y permanentes. Si ocurre, llama para que lo traten de inmediato: también puede causar gangrena e incluso una amputación del pene.
Si notas que el glande se entumece, queda frío o toma un color blanquecino, busca ayuda médica de inmediato. Y si tienes diabetes o problemas cardiovasculares, evita usar estos anillos y ve a por otros juguetes sexuales. Hay muchísimos, ¡seguro que encuentras alguno que te funcione!
Hay distintos tipos de anillo, dependiendo de lo que necesites. Además del anillo estándar (quizás el más famoso fue el de la marca Durex, que podía conseguirse en cualquier farmacia y fue un superventas), está, por ejemplo, el anillo vibrador con control remoto: un objeto con diseño curvo, para facilitar la estimulación, y con 10 modos de vibración para masajear y penetrar sobre la marcha.
Podemos encontrar también distintas formas, dentro de los anillos, en función de lo que nos interese. Algunos están pensados específicamente para estimular el clítoris durante la penetración, como el anillo Otto de Platanomelón. Tal y como explican en la web, si con este juguete “el pene se aleja mucho de la vagina, esta tendrá una estimulación arrítmica y puede que quede interrumpida. Así que, manteniendo una relación sexual más cercana e intensa con vuestro nuevo amigo, será más placentero que nunca”.
Y, ¿qué dicen sobre este juguete los que ya han probado la experiencia? En dicha página, el juguete tiene una puntuación de ‘excelente’, y las valoraciones aseguran que se trata de un juguete “divertido y sensacional que recomendaría a todas las parejas”, “de las mejores compras que hice en la web, se adapta superbién y es muy cómodo”. “Fantástico, a ella le encanta cuando lo uso”, cuenta otro usuario, mientras una reseña asegura que “se lo regalé a mi chico para sorprenderle y la sorprendida fui yo, porque tuve un orgasmo sin necesidad de tocarme (ese era el trabajo de Otto)”. No parece que pase nada por probar, ¿no?