Una buena manera de conseguir que las cosas siempre sean interesantes en el sexo es no tener miedo de probar cosas nuevas. Siempre que sea deseo de todos los implicados, darle una oportunidad a esas fantasías que queremos cumplir es una estupenda manera de no dejar que la rutina se instale en nuestras vidas (sexuales).
Para muchas personas esto pasa por probar el sexo anal, una práctica placentera, pero que suele estar rodeada de tabúes y miedos. Antes de experimentar con esta práctica, es bueno conocer algunos consejos, y también algunas posturas que pueden hacer el encuentro más satisfactorio.
En el sexo anal es esencial tomarse las cosas con calma, si no hay una estimulación previa puede resultar doloroso, por lo que la comunicación será esencial, pero también la confianza. Sentirse seguro, cómodo y relajado es un buen comienzo, para cuando sea necesario y retomar cuando así se desee.
Este tipo de relaciones necesitan preliminares más largos, una buena estimulación previa y lubricación, no es una zona que se lubrique de manera natural, por lo que esto es algo que no puede olvidarse.
Existen varias posturas que pueden ser adecuadas para iniciarse en el sexo anal, pero la de la colchoneta es una de las más recomendadas. Es muy sencilla de realizar, para conseguirla, la persona que va a ser penetrada se tumbará bocabajo, preferiblemente en la cama o en una superficie confortable, con las piernas abiertas formando una V. Quien se encarga de la penetración se tumbará encima, entre sus piernas.
En algunos casos, se puede colocar una almohada bajo la zona del vientre, lo que eleva ligeramente la zona del trasero, facilitando la penetración, pero también el acceso a la zona para estimular los genitales.
Este tipo de posturas son ideales para las primeras veces en el sexo anal porque permite tener un mayor control de la penetración, clave en los principiantes. Debe hacerse poco a poco, de manera pausada pare evitar hacer daño a la persona penetrada y que pueda disfrutar del placer sin llegar a sentir dolor.
Con esta postura relajarse es más sencillo y así el disfrute será mayor, además, en el caso de color esa almohada o cojín bajo el vientre, será más sencillo poder recurrir a la doble estimulación, porque garantiza un mejor acceso, además de un poco de elevación aunque no tanta con en la postura del perrito, una de las primeras que viene a la mente al pensar en el sexo anal.
Si bien esta última también puede ser un gran éxito, la penetración es muy profunda, lo que puede producir molestias al principio. Así, en caso de que apetezca probar el sexo anal, lo mejor es tener una buena higiene, apostar por una correcta estimulación y dilatación, el lubricante adecuado y una postura que favorezca la relajación y comodidad de quien va a ser penetrado.