Falsas creencias respecto al sexo anal
El sexo anal masculino es una práctica que en la cultura popular sigue estando asociada a la homosexualidad. Sin embargo, se trata de un pensamiento equivocado. "Sentir placer en una zona del cuerpo no va a cambiar, en ningún caso, si te gusta un hombre o una mujer", dice Alba Povedano, psicóloga, sexóloga y formadora de Sex Academy. "Si ese sexo anal lo está proporcionando una mujer… ¿qué tiene eso de homosexual?", añade la experta
Aún así son pocas las parejas heterosexuales en cuyas relaciones sexuales se estimula el ano del chico, ya sea con caricias, de forma oral, introduciendo uno o varios dedos o con prácticas como el pegging, donde es la chica quien le penetra a él con un dildo. Según Povedano, esto se debe a que "seguimos manteniendo los roles de género de la sociedad patriarcal, a muchos hombres heterosexuales les cuesta todavía aceptar un rol más pasivo en las relaciones sexuales y, si no son ellos los que penetran y llevan el control, ven amenazada su propia masculinidad".
Chicos que destierran prejuicios
Alba Povedano forma parte del equipo de Sex Academy, que tiene sedes en Madrid, Barcelona y Valencia en las que se imparten talleres de sexualidad. Habla de su experiencia como formadora en el de sexo anal y cuenta que los chicos heterosexuales que se apuntan, por lo general, están más interesados en cómo dar placer a sus parejas. Sin embargo, dice que esa idea inicial evoluciona durante el taller.
"Cuando hablamos del punto prostático y de lo que significa realmente el sexo anal (placer, solo y exclusivamente una vía para el placer), en algunos se despierta esa parte más curiosa de ellos mismos y dejan un poco atrás esas ideas preconcebidas del 'sexo gay' o de ‘que eso es cosa de mujeres'", explica Alba.
"Hablamos sobre los mitos y prejuicios que arrastra este tipo de sexo, explicamos bien cómo cuidar y limpiar el ano para poder tener un sexo seguro, qué tipo de lubricantes y juguetes se pueden usar para aportar más diversión al tema, y nos centramos en cómo hacer de la práctica un momento totalmente placentero y sin nada de dolor", dice la sexóloga.
El punto P, ese gran desconocido
El punto prostático o punto P, equivalente al punto G en una vagina, continúa siendo un gran desconocido. "Yo creo que cada vez más, los hombres heterosexuales saben lo que es y dónde se encuentra, pero muchos lo siguen rechazando con el pretexto de que ellos ya tienen placer con su pene y no lo necesitan", explica Alba Povedano, formadora de Sex Academy. Según la experta, algunos chicos entran en conflicto con falsas creencias e incluso “rechazan cualquier caricia que se acerque a la zona perineo/ano”.
A Marc Pitarch, psicólogo, terapeuta individual y de pareja y formador de Sex Academy le llama la atención el hecho de que "a muchos hombres les gusta penetrar analmente a sus parejas femeninas y verlas disfrutar con esa práctica, pero no se permiten pensar que a ellos también les podría gustar". Además, añade que "seguramente haya muchas mujeres a las que les gustaría proponérselo a sus parejas masculinas, pero no se animan por el 'qué pensará él".
Los inicios en el sexo anal
Para quienes se deciden a probar el sexo anal, los formadores de Sex Academy recomiendan iniciarse poco a poco. "Aconsejamos empezar con caricias por la zona para conectar con ese placer, seguramente desconocido hasta el momento. La prisa es un mal aliado. Antes de introducir dildos u objetos es mejor aprender a disfrutar de algo más superficial", señala Marc.
"Si no se atreven a hacerlo en pareja, lo mejor que pueden hacer es ir aproximándose ellos mismos cuando se masturben. ¿Quién mejor que uno mismo para saber hasta dónde quiere llegar y darse placer?", dice la sexóloga Alba Povedano.
Cambio de mentalidad
"En general, una vez que los chicos heterosexuales rompen esos tabúes y falsas creencias basadas en la masculinidad frágil y la homosexualidad y empiezan a experimentar e incluir esas prácticas en la relación sexual, el feedback suele ser muy positivo", explica la sexóloga Alba Povedano. Además, señala que cada vez "hay más hombres intentando abrir la mente un poquito más y descubriendo otra sexualidad menos normativa y más amplia que la que ellos estaban acostumbrados".
El psicólogo y formador de Sex Academy Marc Pitarch cree que “son los jóvenes heterosexuales los que están más abiertos a probar cosas nuevas”. La sexóloga Alba Povedano apoya este pensamiento: "Las juventudes vienen más abiertas a todo. El feminismo y el poner en entredicho los roles de género ha hecho que poco a poco se esté cuestionando el sexo en sí. Esto ayuda a que exploremos otras partes placenteras del cuerpo, incluyendo el ano". Y es que al final se trata de que cada uno, sin prejuicios ni tabúes, decida cómo vivir su sexualidad.