Existen una gran cantidad de productos de higiene íntima y todos ellos tienen sus funciones específicas, cuando los empleamos de un modo que no es el mismo para el que fue diseñado, pueden llegar a causar problemas. Para muchas personas, el uso del salvaslip forma parte de su rutina de higiene diaria y seguro que se sorprenden al descubrir que esto no siempre es recomendable.
Muchas de las mujeres que los usan a diario lo hacen para proteger la ropa interior, manteniéndola seca, limpia y libre de olores, en general en caso de pérdidas de orina, flujo abundante o sudoración excesiva. Una protección discreta, sencilla de utilizar y que aporta una mayor seguridad a quien recurre a ella.
Este, a pesar de lo frecuente que resulta, no es el uso para el que fue diseñado este producto, pensado para proteger a las mujeres en los días previos y también en los posteriores a la menstruación, en los que el flujo no es excesivo y la capacidad absorbente de este producto es suficiente. Son más finos y menos absorbentes que las compresas.
Así las cosas, parece lógico pensar que, ante estas circunstancias, su uso resulte de lo más práctico. Sin embargo, los profesionales no recomiendan utilizarlos a diario, solo en los momentos puntuales en los que sean necesarios para sentirse más limpia, protegida y, sobre todo, seca.
De hecho, siempre se recomienda buscar los motivos que llevan a una situación en la que se siente que es necesario recurrir a este tipo de métodos. En muchas ocasiones, este tipo de cambios esconden algo más que es necesario tratar médicamente, como sucede con las pérdidas de orina, donde no solo se desaconseja estos productos, también otro tipo de absorbentes. Trabajar la zona pélvica para recuperar fuerza y evitar que las pérdidas vayan a más (e incluso recuperarse) sería lo ideal.
En otros casos, no hay un problema médico detrás, solo incomodidad, por ejemplo, hay algunas mujeres que tienen un flujo vaginal más abundante, otras lo tienen así en los días previos o posteriores a la menstruación, lo que sí que podría hacer que el uso del salvaslip fuera un poco más frecuente.
En general, el uso diario de estos se desaconseja por los materiales con los que están fabricados. Estos dificultan la transpiración de la piel, aumentando el riesgo de irritación, además, al ser sintéticos, pueden alterar el pH de la flora vaginal, desequilibrando la zona y aumentando el riesgo de sufrir infecciones. En el caso de estar usándolos por un flujo excesivo, podría resultar contraproducente, porque el roce del material con la mucosa de la vulva podría aumentar el flujo.
Lo mejor para prevenir olores es una buena higiene íntima, con jabones y productos específicos para la zona, utilizar ropa interior de algodón y cambiarla siempre que sea necesario. Si aun así se quiere usar salvaslip a diario, lo mejor es optar por opciones ecológicas o de algodón, que evitan los plásticos, o también de tela, que además son reutilizables.