Nunca dejamos de aprender y el sexo no es una excepción. Si pensabas que ya lo sabías todo, puede que tengas que revisar tus notas, ¿sabes qué es el Punto U en las mujeres? Las mujeres tienen zonas erógenas a las que todavía se podría considerar grandes desconocidas, porque hay vida más allá del punto G y, en este caso, encontrarlo no es tan complicado.
Los puntos de placer pueden funcionar para unas mujeres sí y para otras no, hay para quienes algunos de ellos serán esenciales, pero otras necesiten justo lo contrario. Sea cual sea el caso, conocernos será el primer paso para poder disfrutar plenamente de nuestra sexualidad. Aprender qué nos gusta y que no y saber comunicarlo a nuestra pareja se convierte en vital si buscamos el placer.
Durante mucho tiempo el placer de la mujer ha quedado relegado a un segundo plano, por eso sorprende poco el gran desconocimiento que existe al respecto. Mucho ha costado convencer de la existencia del punto G, por no hablar de otros mucho menos conocidos, como el punto A o el punto K. Si tienes hambre de conocimientos, seguro que te apetece saber más sobre él.
El Punto U recibe ese nombre porque se sitúa muy cerca de la uretra, también porque tiene forma de U invertida. Es una zona muy sensible, que se encuentra entre el clítoris, con el que en ocasiones es confundido, y la entrada de la vagina. Bajo su superficie encontramos las glándulas de Skene, una zona con gran cantidad de terminaciones nerviosas.
Estas glándulas son las responsables de liberar un líquido blanquecino o transparente que representa la eyaculación femenina. No hay que confundirlo con la lubricación vaginal, que ocurre antes del orgasmo y es producido por las glándulas de Bartolino. En la eyaculación el líquido es liberado a través de la uretra.
La estimulación de este punto es placentera y ayuda a alcanzar el clímax, consigue una mayor excitación y que esta sea más duradera, y puede ofrecer placer añadido si se estimula a la vez que otros. A pesar de que todos ellos son puntos de placer en la mujer, lo cierto es que este es el único de ellos que se encuentra fuera del canal vaginal. Es una zona delicada y muy sensible, por lo que lo mejor es explorar con precaución.
Existen varias formas de estimular este punto, aunque se suele considerar que es necesaria una presión intensa y directa. Podemos utilizar los dedos, siempre añadiendo una buena lubricación, pues se trata de una zona sensible, por lo que lo mejor es aumentar la presión poco a poco conforme la zona se ‘despierte’. También se puede emplear la lengua o incorporar algún juguete sexual. Algunas posturas también favorecen la estimulación de este punto, sobre todo aquellas que provocan un mayor contacto con la pelvis de la pareja.
Siempre es un buen momento para seguir aprendiendo y si es sobre placer y deseo, mejor todavía.