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Bad Bunny y su misteriosa casa: el gran secreto del reguetonero del que no quiere que nada se sepa

  • El reguetonero escoge cuidadosamente los detalles de su vida que ven la luz

  • Se rumorea que posee propiedades inmobiliarias en varias ciudades del mundo

  • Cuando le preguntan sobre su casa, mantiene cierto aire de misterio

En asuntos de actualidad, salseo y dentaduras engastadas en diamantes, las celebrities del reggaetón mandan. Bien sea por sus fortunas, sus caprichos a golpe de billetera, sus coches de alta gama o sus propiedades inmobiliarias, nuestros cantantes de género urbano favoritos siempre están asociando su arte a esos trenes de vida prácticamente imposibles de alcanzar por el común de los mortales.

De todos ellos, Bad Bunny es el más misterioso. No es realmente necesario que te preguntes cuánto dinero tiene, porque la respuesta es: mucho, muchísimo, tanto como para marearte. Tampoco tendría demasiada lógica que te preguntaras dónde vive, aunque ese interrogante atenaza a los fans desde que el Conejo Malo ha empezado a acumular millones de seguidores en todo el mundo.

¿Dónde vive realmente? ¿Cómo es su casa? Te lo contamos.

La vida privada de Bad Bunny

Con Bad Bunny no hay conjeturas que valgan. Él es único, y se anticipa siempre a cualquier teoría que pueda establecerse sobre su modo de vida o los significados de sus canciones. Cabría esperar que el reguetonero se comportara exactamente igual que otros aves fénix del género urbano e hiciera ostentación del lugar lujoso en el que vive (“Mirad, aquí está mi piscina; ahí, mi delfín amaestrado”), pero su caso es muy diferente.

Lo cierto es que el cantante escoge cuidadosamente qué aspectos de su vida privada enseña al mundo, qué detalles salen a la luz, siempre planificados al milímetro a través de su Instagram o con filtrados selectivos a la prensa. Mucho nos tememos que lo que nos ha dejado conocer de su vida antes de ser uno de los revolucionarios de la música urbana también forma parte del show.

Por ejemplo, sabíamos que antes de alcanzar la fama, Bunny llevaba una existencia plácida y feliz en su Puerto Rico natal, en el barrio Almirante Sur de Vega Baja. A partir de su ascenso y sus éxitos profesionales en la música o en la lucha libre, la lógica dicta que tendríamos que haber sabido más sobre el estilo de vida del cantante. Sin embargo, solo hay partes de su vida que él ha decidido revelar al completo.

Conocemos sus outfits extravagantes y con un toque personal, de marcas Premium como Balenciaga o Versace, pero no pasa lo mismo con su casa, su hogar, una incógnita que ha disparado multitud de teorías de la prensa y los fans.

La misteriosa casa de Bad Bunny

Si Bunny es caprichoso y le gusta lucir ropa tuneada a imagen y semejanza de su personalidad arrolladora, es bastante probable que su casa también sea un lugar muy especial, y digno de verse y fotografiarse (hasta el último rincón)

Basta un rastreo por las redes sociales del cantante para entender que quizás en este punto hayamos dado con su talón de Aquiles, y el rinconcito donde vive sea tan especial para él que no quiere fetichizarlo y mostrarlo a través del culto extremo al lifestyle, tan propio de Instagram. De hecho, en las propias entrevistas que el cantante ha hecho a lo largo de los años nunca ha mencionado su casa, algo que resulta bastante raro. ¿Tan extraña es? ¿Esconde algún secreto?

No hace mucho, el asunto de su lugar de residencia apareció en el canal de Youtube Alofoke, que suele entrevistar a las estrellas rutilantes del reguetón con cierta asiduidad. Bad Bunny se mostró esquivo y tenso con el entrevistador cuando este le preguntó por su residencia. "No es mi estilo, yo soy diferente", dijo. "¿Tú quieres saber de mí?, escucha una canción mía". Bunny no paró de insistir en que él se muestra solo a través de su música, ese es su sello y su sangre, y por lo que parece, no hay mucho más que discutir.

De lo único que estamos seguros es que poner a bailar a millones de personas con tu música renta lo bastante como para adquirir distintas propiedades inmobiliarias en Miami, Puerto Rico o Los Ángeles, por mencionar solo tres de los centros de actividad del cantante. Ojalá algún día Bunny nos deje saber algo más de su querido hogar. De momento, sabemos que posee un imperio inmobiliario y que le está sacando mucho partido (y billetes).

Que la música, o la cuenta corriente llena, nunca descansen.