Beefs airados, peleas, broncas, cantos envenenados y guerras líricas. El mundo del reggaetón y la música urbana, como cualquier selva de egos y cimas que conquistar, nunca ha escapado de las confrontaciones entre artistas y reggaetoneros, que a través de sus letras o declaraciones públicas se han enfrentado a sangre y fuego a otros compañer_s del gremio.
Hoy te hablamos de algunas de las rivalidades más conocidas de la música urbana.
No se sabe a ciencia cierta dónde empieza el rumor y dónde la verdad de esta mítica bronca entre los padres espirituales del reguetón, los que prácticamente llevaron el género a su mayoría edad.
Las malas y urbanas lenguas dicen que el origen está en DY y la época en la que empezó a boicotear conciertos de The King; otros rumores apuntan a la intermediación de DY en una ‘mala vibra’ entre Don Omar y Wisin y Yandel, con las críticas y descalificaciones del primero. En los mentideros, donde se cocían a fuego lento las especulaciones, también se decía que toda esta guerra entre los padres del reggaetón fue un fake, montado ad hoc para vender más entradas de sus conciertos y así poder irse de gira juntos.
No es la única piel que ha escocido Don Omar a lo largo de su carrera. En 2019, Ozuna le clavó públicamente el micrófono y respondió a unas acusaciones de DO en las que The King of Kings había acusado públicamente a ciertos artistas de reguetón de comprar visualizaciones de sus videos en Youtube.
"Creo que tiene que trabajar más y demostrarle al mundo lo que es el Rey Don Omar con música, no con comentarios ni opacando el trabajo de otros. Yo compito con Anuel y Bad Bunny que son mis hermanos y no opaco su trabajo. De hecho, nos apoyamos".
Bronca de patio de colegio con unos toquecitos de salseo y de “y tú más” los de esta enganchada entre La Potra y Calle 13.
La primera quiso meterse en el jardín de definir quién era digno de llevar la etiqueta ‘reguetón’ en sus letras y no le pareció que Calle 13 cumpliera, ni de lejos, con los estrictos estándares de la música urbana. ¿Qué hicieron sus archienemigos en esta pelea de colegiales? Darle gasolina y magia al ring con lo que mejor sabían hacer: un auténtico temazo llamado ‘Que lloren’.
Aunque Héctor El Father ejerce de pastor en una iglesia desde 2008 y ha abrazado la religión y la paz como forma de existencia, en años anteriores se agarró unas cuantas dentelladas con Don Omar, hasta entonces su amigo, con quien compartía el podio de la música urbana en los primeros 2000.
Por lo que cuentan, todo sucedió por diferencias de criterio y el vínculo sospechoso que ambos compartían con Ángel Ayala (‘Buster”), el líder del cártel de narcotraficantes puertorriqueños más importante de aquellos años. El narco aparece mencionado en unas cuantas letras de El Father, y ese fue el origen del desencuentro entre ambos líderes del reguetón. La tiraera, hasta el odio definitivo.
DO se reconcilió con su viejo amigo años después. “Lo que no podemos tapar es que Héctor y yo éramos grandes amigos. El sentido de culpa por haber sido hombres de bien y llevarnos al mal nos vació y de sentirnos con poco amor", dijo.
Basta que algún reguetonero divida entre artistas urbanos ‘buenos’ y malos’ para que salte la chispa del incendio y haya otro que saque toda la artillería para contestar. Réplica y contraréplica con un poco de música para pringar y espesar el baile de acusaciones.
Eso fue precisamente lo que hizo René Pérez, aka Residente, con unas declaraciones llenas de veneno sobre las canciones más escuchadas de la época. Tempo recogió el guante como los que saben que la verdadera altura está en la música y en las letras de los temas con las que contestas al rival, y le dedicó a Residente su tema ‘Sin salida’. Estos gatos siguieron de uñas y arañazos unas cuantas semanas, hasta que todo el mundo consideró que Tempo había ganado la pelea con su última respuesta al rival.
Esta pelea mítica tiene su origen en un enfrentamiento teatralizado y preparado por la manager de Arcángel. La idea era que ambos artistas se tiraran unas cuantas rimas para provocarse y buscarse las cosquillas en un concierto, pero estos dos ‘tortolitos’ del género urbano acabaron revolcándose por el escenario entre puñetazos, patadas y sacadas de dientes después de que Polaco dijera a su contrincante lírico que le apestaba la boca. Nunca un “llamad a seguridad” estuvo tan justificado. Casi se matan.