Ahora que podemos salir a la calle y empezar a organizar viajes, quizás te haya entrado el gusanillo de pasar unos días en algún país extranjero. Por ahora los destinos más lejanos, como el continente americano o asiático, no son una posibilidad, al contrario que los países que integran la Unión Europea, que ya puedes visitar.
Desde que España entró en la UE en 1986, las facilidades para moverse por el continente europeo mejoraron para todos nosotros. La llegada del euro, moneda oficial en la mayoría de los países de la Unión, también hizo más sencillos estos trayectos. Poco a poco, se han ido incorporando documentos internacionales que tienen validez en toda la UE, como el DNI, el carnet de conducir o la Tarjeta sanitaria europea.
Este es uno de los documentos más útiles que puedes cargar en tus viajes por Europa: permite que, estés en el país del Espacio Económico Europeo (EEE) que estés, puedas recibir prestaciones sanitarias sin coste adicional. En Yasss te contamos por qué es tan importante y cómo solicitarla por primera vez.
Este documento, personal e intransferible, certifica el derecho de cualquier ciudadano europeo a recibir las prestaciones médicas que necesite durante su estancia temporal en cualquiera de los países integrantes del EEE o Suiza. A la espera de saber cómo afecta el Brexit a la atención sanitaria (por ahora, la tarjeta tiene validez en Reino Unido al menos hasta el 31 de diciembre de este año), puedes usar la tarjeta en Alemania, Austria, Bélgica, Bulgaria, Chipre, Croacia, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Holanda, Hungría, Irlanda, Islandia, Italia, Letonia, Liechtenstein, Lituania, Luxemburgo, Malta, Noruega, Polonia, Portugal, Reino Unido, República Checa, Rumania, Suecia y Suiza.
Esto significa que, si necesitas atención médica en cualquiera de esos países, podrás recibirla como cualquier otro residente de dicho país, sea cual sea el motivo de tu desplazamiento. La Tarjeta sanitaria europea la puede pedir cualquier ciudadano de un estado miembro de la Unión, así como los de Islandia, Liechtenstein, Noruega o Suiza.
Las condiciones para exigirla en España son que trabajes por cuenta propia o ajena y estés afiliado a la Seguridad Social (SS), que seas pensionista de la misma o que seas perceptor de cualquier prestación de la SS. También puedes pedirla si eres persona dependiente del trabajador, pensionista o desempleado que tenga derecho a esta. Es muy importante saber que cada miembro de la familia debe tener su propia tarjeta.
La tarjeta tiene una validez de dos años. Cuando la pides, la recibes directamente en el buzón de tu casa, en un plazo máximo de seis días desde la fecha de solicitud. Es decir, si vas a viajar dentro de dos o tres semanas, aún tienes margen para pedirla. Ahora bien, si viajas de urgencia o te surge algo imprevisto y no la tienes a mano, puedes solicitar y descargar un certificado sustitutorio con carácter temporal, que certifica tu derecho a la asistencia sanitaria como ciudadano europeo. Su validez es de 90 días.
La Tarjeta Sanitaria Europea se puede pedir tanto presencialmente como por teléfono o internet. Si quieres ir en persona, pide cita previa en alguno de los Centros de Atención e Información de la Seguridad Social, las Direcciones Provinciales o en los Locales del Instituto Social de la Marina.
También la puedes pedir a través de internet. No te llevará más de dos minutos: basta con entrar en la Sede Electrónica de la Seguridad Social, rellenar el formulario con tus datos e imprimir después el comprobante de solicitud. En aproximadamente una semana la tendrás en tu casa y, ¡voilá! Ya puedes viajar a donde quieras sin preocupaciones.