2022 amenaza con ser un año excelente en cuanto a música. Prueba de ello es el rumoreado regreso de Rihanna con un nuevo disco, algo que no se ha confirmado todavía, pero ha sido apuntado por medios como The Sun, que asegura que la diva del pop, más pronto que tarde, sacará por fin un nuevo álbum después de cinco años de sequía. Los fans andan encolerizados y no paran de pedirle que los alimente con nuevas canciones. Quieren perreo, luces de colores y coreografías imposibles para pasar las tardes solitarias en Youtube.
Ella, como George RR Martin con su saga de Juego de Tronos, se toma lo de parir disco con cierta lasitud y ha preferido enfocar sus energías en su línea de maquillaje y lencería (ni confirmamos ni desmentimos que confeccionar pijamas con un agujero en la zona del culo forme parte de su proceso creativo).
A todas esas novedades se suman los movimientos sísmicos en la vida de la cantante: está embarazada de seis meses y su pareja, ASAP Rocky, le profesa verdadera adoración. Hoy repasamos la vida amorosa de la cantante, desde sus novios esporádicos a sus crush más potentes.
Con veinte años, Rihanna había triunfado con ‘Umbrella’, uno de sus grandes singles y la promesa de todos los que vendrían (la escalera hasta el puesto de las divas más gloriosas del pop no se sube sola). Ya era una estrella conocida a nivel mundial, pero las cosas no le iban demasiado bien en el amor, que estaba roto como un plato de porcelana china.
Dentro de la convulsa vida amorosa de la cantante, que las ha visto de todos los colores, la relación con Chris Brown ha sido la más tóxica de todas. Un amor caracterizado por los desencuentros, con picos de violencia que no admiten ningún tipo de ironía: puro maltrato, sin paliativos. Apenas duró un año, de 2008 a 2009, pero un antes y un después en la fina línea que separa la posesividad del los celos irracionales y la violencia patriarcal.
En una discusión por celos, Brown le dio tal paliza que le desfiguró la cara. Rihanna acabó en el hospital y el rapero detenido en una comisaría de Los Ángeles y condenado más tarde, con una orden de alejamiento que le impedía estar a menos de 50 metros de RiRi. Por desgracia, bicho malo nunca muere. Cuesta entender por qué la pareja se reconcilió en 2013. Volvieron a estar juntos. De nuevo, duraron un año antes de que la metralla del amor tóxico les estallara en la cara otra vez.
Con su segunda pareja, Rihanna no tuvo mucha más suerte que con Brown. La cantante y el rapero colaboraron muchas veces en el escenario. Tanto los fans como la prensa analizaron palabra por palabra las letras de sus canciones para encontrar pruebas fehacientes de ese salseo y ese crush entre ambos, que acabó siendo destapado en los Video Music Awards de 2016, cuando Drake se le declaró en mitad de un concierto.
Antes de eso (en 2009, 2010, 2011, respectivamente), y a pesar de los rumores que no hacían más que relacionarlos juntos, la cantante negaba la mayor y afirmaba que solo eran buenos amigos, una actitud que contrasta con la más que innegable tensión romántica que despedían los dos en videoclips como What´s my name y en las sucesivas letras de las canciones, que parecían esconder mensajes secretos, alusiones a la vida sentimental del otro y un sinfín de detalles llenos de “¿En tu casa o en la mía?”.
“I know you've been hurt by someone else, I can tell by the way you carry yourself, but if you let me, here's what I'll do: I'll take care of you”.
La lista de crushes de RiRi coge velocidad en esta parte de su vida. Se aligeran y se vuelven más intrascendentes. Hay un poco de “nos estamos conociendo”, de amigos con derechos y de un sano secretismo. A Matt Kemp, que inaugura la lista de novios con pies de aire, la propia cantante lo despachó ante la prensa como algo ligero y sin importancia. “Es mi novio... Es algo nuevo y divertido, pero nada demasiado serio”
La relacionaron después con el actor Aston Kutcher, aunque ese supuesto romance con el ex de Demi Moore, recién divorciado entonces, nunca se confirmó y las pruebas de su amor se limitan a varias fotografías donde los cazan tomando copas juntos en Los Ángeles. Con Leonardo Dicaprio sí la pillaron in fraganti, ambos estudiándose concienzudamente, en actitud muy cariñosa, el calendario de vacunación (lenguas mediante).
Hay que sumar otra nota discordante a la lista: Hassan Jameel, un multimillonario saudí con el que duró dos años. La relación terminó en 2020.