Panoja, guita, billets, pasta… TikTok es sinónimo de bailes locos y montajes creativos para ganar seguidores y escapar de las garras del Diablo (la vejez, aunque no quieras mirarla de frente), pero también de algunas carreras que han amasado verdaderas fortunas gracias a la mejor manera de ganar dinero en la red social: monetización de los videos y una intuición extrema para conectar con el público. Queda lejos el instante de historia del expresidente Trump, convencido de que conseguiría prohibir la aplicación en Estados Unidos tal y como quería levantar ese muro inmenso contra la inmigración en la frontera.
No hace mucho, la revista Forbes ha publicado un listado con los millonarios surgidos gracias a la aplicación que ha conseguido que niños de ocho años y adultos con síndrome de Peter Pan movieran las caderas al mismo tiempo. Bailar frente al teléfono móvil y haber practicado el canto desafinado en la ducha durante muchos años puede ser muy, muy rentable para algunos.
Te hablamos de algunas de estas cuentas millonarias.
Vivaz, bailonga y con más ritmo que una cucaracha boca arriba, diríamos si quisiéramos ponernos creativos con la persona que más pasta le sacó a TikTok el verano de 2020. Forbes calcula que la cifra ronda los 5 millones de dólares, entre la pura monetización de los videos de bailes de Alison y la otra parte de su carrera, los videos con contenido sobre belleza y lifestyle que esta estudiante de Periodismo publica con regularidad en sus diferentes canales y que han atraído a diferentes marcas. Solo tiene 19 años y 73 millones de seguidores esperando cada segundo un nuevo video.
D’amelio se estrenó en TikTok con apenas 19 años, y en apenas unos meses ya era viral. Hasta la invitaron para que teloneara a los Jonas Brothers. El New York Times llegó a definirla definió ‘la reina que más reina’. Tiempo después, D’amelio llegó a perder un millón de seguidores en menos de dos horas, cuando se rio abiertamente de la paella que le cocinó en directo un cocinero, un pobre chef cuyo único pecado había sido seguir nuestra receta más internacional de forma estricta (pollo, caracoles y verduras). El incidente no debió afectar demasiado a su cuenta corriente y a sus 100 millones de seguidores, a juzgar por las ganancias que le atribuye Forbes en su lista: 4 millones de dólares.
Dixie es el clásico ejemplo de hermana mayor que poco a poco queda encogida a la sombra de la pequeña, pero esa sombra es alargada y está punteada por piscinas con monedas de oro. Las hermanas van pegaditas y asquerosamente juntas en eso de sorberle el tuétano del dinero a TikTok, y los 32 millones de seguidores de Dixie y la monetización regular de los videos sirven para pagar todo tipo de lujos, con esos casi tres millones de dólares que Forbes calcula que ha facturado el pasado año. Si es por méritos artísticos, Dixie tiene mucho que decir al respecto: uno de sus singles, “Be Happy”, fue la canción más escuchada en Youtube el día de su estreno.
En la escalera social, Loren Gray ha seguido estrictamente los pasos necesarios para que se la considere un ‘descubrimiento’. Empezó cantando en TikTok y se hizo tan popular que fueron discográficas como Virgin Records las que acabaron llamando a la aldaba (ya de oro) de su puerta.
Josh tiene toda la pinta de haber nacido con el aura de una ola de 14 metros sobre la cabeza, a juzgar por ese aspecto de surfista con mechas californianas que deja un hueso roto y un amor en cada puerto. Que esta imagen de postal playera no nos engañe: el tipo es muy rentable, tan tan rentable que tiene casi veinte millones de seguidores, un talento más que evidente para el beatbox y una cuenta corriente capaz de comprar todas las tablas de surf (y las tiendas, y los pueblos donde se vendan) que un corazón humano con ganas de olas gigantes pueda desear.
Olfato para el dinero tiene, porque fue uno de los fundadores de Sway House, una alianza con olor a Power Ranger entre varios megainfluencers de TikTok. Tiene además su propia marca de bebidas energéticas y contratos con partners como Rebook o Warner Records. Ganó aproximadamente 1,2 millones de dólares el verano de 2020. Ese fue el periodo de tiempo en que Forbes hizo el cálculo de las fortunas de estas personitas virales que ya no tienen que pedirle la paga a sus padres.
Le es un veinteañero de Florida de juventud insultante y un verdadero performer. Suele mezclar en sus videos todo lo que engancha en TikTok: baile, sketches de humor, lipsynch y coreografías. Tiene unos 32 millones de seguidores, y subiendo.