A nadie le apetece pasear a través de una nube de polvo y porquería, pero lo cierto es que verla pasar por el cielo puede ser una de las mejores experiencias del verano. Como todos los veranos por estas fechas, se acercan las Perseidas, el culmen a esas noches de agosto en las que la frecuencia de estrellas fugaces empieza a ser imposible de ignorar. Este fenómeno alcanzará su apogeo la noche del 12 al 13 de agosto, según informa el Observatorio Astronómico Nacional (OAN), y es uno de los espectáculos más bonitos de la estación.
Las Perseidas no son sino una lluvia de estrellas que comenzó este año su actividad el 17 de julio y que se extenderá hasta el 24 de agosto. Se llaman así en honor a la constelación Perseo, de la que parecen proceder. En la mitología griega, Perseo es el hijo del dios Zeus y la ninfa Danae, nacido precisamente de una lluvia de estrellas doradas; el dios del Olimpo se metamorfoseó para entrar en la habitación de la ninfa, a quien habían encerrado bajo riesgo de que engendrase al asesino de su propio padre, el rey de Argos. De hecho, el semidiós, al que se suele representar con el casco alado de Hades y la cabeza cortada de Medusa, acabó matando accidentalmente a su abuelo, pero ese es otro tema.
A esta lluvia de estrellas también se la conoce como Lágrimas de San Lorenzo, en homenaje al martirio de dicho santo, que según la tradición católica fue quemado vivo en una parrilla en Roma un 10 de agosto. Las estrellas que se ven en el cielo varios días después son sus lágrimas, reza la leyenda. En Yasss te contamos en qué consisten y cómo disfrutarlas de la mejor forma posible.
La noche del miércoles 12 de agosto, entre la puesta de sol y aproximadamente las dos de la madrugada, podremos ver hasta 200 estrellas fugaces por hora, siempre y cuando las condiciones meteorológicas lo permitan. Después de esa noche, la frecuencia irá remitiendo hasta regresar a la normalidad, a finales de mes.
Este espectáculo, en el que los meteoros superan los 50 kilómetros por segundo, será visible en todo el hemisferio norte. El mejor lugar para verlo será todo aquel espacio apartado de los grandes focos de luz y en el que no haya obstáculos para mirar al cielo. Una vez allí, basta con mirar a cualquier parte, ya que las estrellas fugaces pueden verse en una noche clara en casi cualquier punto del firmamento. No necesitarás telescopios ni herramientas más sofisticadas: túmbate y date unos minutos para acostumbrar la vista a la noche.
Ahora bien, la Luna también suele ser un impedimento para observar las estrellas, por lo que el mejor momento para tumbarnos en el suelo y disfrutar de la lluvia de meteoros es justo después de la puesta de Sol, a ser posible en un espacio abierto. Si por lo que sea no llegas a la hora, dirige tu mirada hacia las zonas más oscuras del cielo, en dirección opuesta a la Luna; este año estará en fase menguante, por lo que no resultará muy molesta. Y, si no, siempre puedes conectarte al canal Sky Live del Observatorio del Teide a partir de la 1.15 de la mañana, hora peninsular.
Las Perseidas, como cualquier otra lluvia de estrellas, no son más que pequeñas partículas de polvo de distintos tamaños, que dejan cometas o asteroides a lo largo de sus órbitas alrededor del Sol y que se desprenden de estos por el ‘deshielo’ que produce el calor de la estrella, según explican desde el Instituto de Astrofísica de Canarias. “La nube de partículas que resulta de este desprendimiento es atravesada cada año por la Tierra en su órbita alrededor del Sol y en su encuentro, estas partículas de polvo se desintegran a gran velocidad al entrar en contacto con la atmósfera terrestre creando los trazos de luz que se pueden ver durante la noche”, se hace eco El Confidencial.
Esta lluvia de estrellas anual viene del cometa Swift-Tuttle, un cuerpo celeste descubierto a mediados del siglo XIX por los astrónomos Swift y Pamell Tuttle, que le dan nombre. Las dimensiones del cuerpo se estiman, hoy por hoy, en alrededor de 26 kilómetros de diámetro, lo que lo convierte en el mayor objeto que, periódicamente, se acerca a nuestro planeta.
Para ver mejor el cielo, puedes buscar un mapa de contaminación lumínica en internet, que te permitirá encontrar rápidamente los mejores sitios para disfrutar de este fenómeno. También puedes echar mano de algunas apps para el móvil, como Star Chart, una aplicación que te permite orientarte en el cielo y observar las estrellas con realidad aumentada; o Star Walk 2, que te muestra en tiempo real el atlas de la noche que estás observando. El resto es tumbarse y disfrutar del espectáculo, el sitio y la compañía.