Natalia Lacunza fue una de las concursantes favoritas el público de Operación Triunfo 2018. Con un carácter fuerte, una estética reconocible y una marca personal que ya despuntaba durante las galas, terminó siendo la tercera finalista de su edición, tan solo por detrás de Famous y Alba Reche. Lacunza no dejó indiferente a nadie: los fans del formato la amaban o la odiaban, según ha reconocido la propia cantante.
Su primer tema fuera de la Academia fue ‘nana triste’, un tema acústico que pilló a todo el mundo por sorpresa y marcó las bases de lo que Lacunza ha construido desde entonces. Después llegó ‘Tarántula’, un segundo single mucho más pop que recordaba al ‘Bad Guy’ de Billie Eilish, una de las grandes referencias de la artista. De hecho, el tema (y el videoclip que lo acompañaba) sonaba tanto como los temas de la cantante estadounidense que llegaron a acusarla de plagio.
La artista navarra (1999) quiso salir de las comparativas con humor. En una entrevista con Jenesaispop, Lacunza reconocía que le gustaba Billie Eilish, tanto como al equipo con el que trabajó para crear ‘Tarántula’. “Lo que pasó es que el productor, que también se llama Marcos (Terrone, conocido como Oddliquor), me trajo tres bases hechas, y esa fue la tercera. Era claro que había escuchado el disco de Billie. En ningún momento fue intencionado. Le hemos dado la vuelta, cambiado las percus, enfocado a otras cosas… Entiendo que recuerde a Billie, pero hay muchísimas otras referencias”.
La admiración de Lacunza es compartida con muchos de sus seguidores. Por eso, cuando el 9 de marzo de 2019 la cantante compartió una foto con Eilish en sus redes sociales, sus fans se sintieron tan ilusionados como ella. “Me mato, thank you”, dice el tweet de la navarra, que suma casi 7.000 retweets y más de 40.000 ‘me gusta’.
Billie Eilish tocó por primera vez en España ese mismo día, en Barcelona, y Natalia no quiso perderse el concierto. En otro tweet, la extriunfita aseguraba que “fue una de las noche más bonitas y emocionantes” de su vida.
Natalia Lacunza se dio a conocer con apenas 20 años gracias a Operación Triunfo, pero esa no fue su primera incursión en los concursos de televisión. Antes de convertirse en una de las 16 seleccionadas de OT 2018, la navarra, que estudiaba Teatro Musical, se presentó a las audiciones de La Voz España, aunque no logró llamar la atención de ninguno de los jurados. Allí se presentó como Eilan Bay, por entonces su nombre artístico. La primera parte es su nombre al revés (‘Nalie’) y la segunda el apellido de uno de sus cantantes favoritos, James Bay. Un año después pasó las pruebas de OT; el resto de la historia, ya la sabemos.
Después del programa, participó junto a sus compañeros en la gira de OT, que recorrió estadios y grandes superficies de varios puntos de España. Después, se dio un tiempo para pensar en el tipo de artista que quería ser, tal y como reconocía la cantante a Yasss durante la cuarentena: “Todo el rato me descubro y voy haciendo lo que siento en el momento”, aseguraba. “Ahora estoy escuchando mucha música que antes no hacía y son muy interesantes. Este año ha sido enriquecedor porque he escuchado música que me ha nutrido un montón”.
Finalmente, Natalia Lacunza firmó por el sello Sonido Muchacho, una discográfica que también cuenta entre sus filas con bandas como Carolina Durante, Cariño o Cupido, entre otros. De hecho, su carrera ha llevado un ritmo tan calmado (especialmente si la comparamos con otros artistas lanzados por OT, como Aitana o Miki, que ya han lanzado varios discos) que muchos no la asocian con OT, el formato productor de cantantes más famoso de la televisión.
Algo que a ella parece alegrarle: “Yo quiero que la gente me conozca por lo que hago, y no por haber estado en un reality. Me encanta que alguien me conozca y no sea por haber estado en OT. Es lo mejor que me pueden decir”, reconocía en una entrevista con el diario ABC.
Ya en 2019 lanzó su sencillo ‘nana triste’ como parte de su EP debut, ‘Otras alas’, con el que demarcó el estilo musical en el que quería ahondar tras darse a conocer en el concurso de talentos. Su estreno en la música tuvo muy buena acogida tanto entre sus fans como entre la crítica especializada.