No solo las manos por los continuos lavados y el uso de geles desinfectantes están sufriendo los estragos de la pandemia. El virus ha dejado otros problemas en el camino que, ahora se están revelando para nuestra sorpresa. A unos se les cae el pelo, a otros les salen erupciones en la piel. El tiempo de estrés, el miedo y la incertidumbre y el confinamiento que se vivió a lo largo de varios meses está pasando factura y hay un nuevo factor al que ahora se le debe prestar también atención.
El desgaste de este 2020 lo está acusando el cuerpo. Los avisos son constantes y, aunque no seamos todo los conscientes que deberíamos ser, las señales están ahí para el que esté atento y las vea. Además de la caída del pelo y de dermatitis acusadas, ¿cuál es otro indicador de que estamos al límite? Pues, aunque no lo creamos, este es la rotura de dientes que se está dando más que nunca.
Esto no es algo aislado. Lo dice en el New York Times la dentista Tammy Chen, que asegura que en las últimas semanas ha visto más fracturas de dientes que en los últimos seis años. ¿A qué se debe esta tendencia? ¿Es otra consecuencia del coronavirus? ¿Qué está pasando?
Lo primero que pensaríamos y que tiene todo el sentido es que eso se debe al estrés y que no tiene una relación directa con la pandemia, pero esta especialista sí que ha querido por medio de varias hipótesis demostrar que está relacionado estrechamente con la irrupción del coronavirus en nuestras vidas y que se debe además de al estrés a otros factores.
La respuesta más fácil y la que todos tenemos en mente pasa por el estrés al que nos está sometiendo una situación excepcional. Sin embargo, esta dentista ha querido ir un paso más allá y ha puesto en palabras lo que está pasando en muchas casas desde que se generalizase el teletrabajo y el hecho de estar todo el tiempo conectados.
Para evitar las aglomeraciones y posibles nuevos focos del virus en las oficinas, de la noche a la mañana se envió a las personas a trabajar desde casa. Tras el desconcierto inicial por el cambio, la mayoría de trabajadores se ha ido acostumbrando a utilizar con el tiempo desde su mesa del salón como improvisado despacho hasta las sillas que tenían como su propio material de oficina.
Y os preguntaréis, ¿esto que tiene que ver con los dientes? Pues mucho, según la opinión de esta reputada dentista porque el problema de improvisar oficinas en casa lleva a adoptar posiciones corporales incómodas que generan tensión en nuestro cuerpo y que por la noche se sueltan por medio del rechinamiento de dientes.
La idea de que el teletrabajo está afectando a que se rompan más los dientes, no hay quien se la quite a esta dentista de la cabeza y, por si todavía quedan dudas, esta experta esgrime un par de motivos más. Su segunda hipótesis también está íntimamente relacionada con los efectos de la pandemia en nosotros. Concretamente, en un problema que se acusó especialmente durante el confinamiento y que muchos desde entonces todavía arrastran.
El repunte de insomnio o de problemas para dormir ha sido uno de los grandes motivos que ha generado ansiedad durante este tiempo y que prolongado en el calendario puede llegar a ser motivo de depresión según los expertos. No es una exageración. La falta de descanso nocturno o de que este sea inadecuado provoca cansancio, somnolencia, disminución de atención y concentración, lentitud de pensamiento, irritabilidad y también rotura de dientes...
¿Por qué se deduce esto último? Es sencillo según esta dentista. En sus propias palabras "las personas que duermen menos horas presentan niveles de ansiedad más elevados. Son signos de un sistema nervioso simpático hiperactivo, que impulsa una respuesta de lucha o huida en el cuerpo". Esa huida de la que habla se traduce en tensión y según Chen termina provocando dolor, irritabilidad por la presión y hasta rotura cuando se hace en periodos prolongados.
Ante el repunte con este problema de rotura de dientes, la dentista tiene claro lo que no hay que hacer. En su opinión hay que tratar de relajar la mandíbula o utilizar protectores dentales y no proyectar las malas energías en la boca. Porque se quiere salir de la pandemia lo antes posible, pero mucho mejor que sea conservando todos los dientes.