Todos tenemos que trabajar. Esto no es una opción, al menos para la gran mayoría de nosotros. TENEMOS que trabajar. Porque la vida vale dinero y el dinero solo se consigue de dos maneras: robándolo o ganándolo. Y vete tú a saber por qué hemos salido muy honrados, así que no nos mola mucho la idea de robar. Ni lo de estar en la cárcel unos añitos. Nos quedamos con la vía de ganar dinero y, dentro de este camino, cada uno hace lo que puede. Unos estudian para optar a mejores puestos de trabajo, otros se apuntan a la empresa de la familia, otros aprovechan las oportunidades que ofrece internet y se vuelven influencers... ¡Lo que sea!
Y aunque de vez en cuando te cruces por ahí a alguna persona que diga que le encanta trabajar aquí todos tenemos claro que, incluso aunque tu trabajo te guste (hay afortunados que se dedican a aquello que les apasiona, sí), todos estaríamos mucho mejor tumbados al solecito en una isla paradisíaca, ¿no? Porque, por mucho que te guste tu curro, trabajar, casi todos los días, la mayor parte del año, cansa muchísimo. Tanto, que el escritor y profesor de universidad Jeffrey Pfeffer ha afirmado que nos está matando. En el vídeo te lo explican:
"El trabajo está matando a la gente y a nadie le importa". ¿Estás de acuerdo? Esta es la teoría que defiende Pfeffer, experto en el ámbito de la gerencia y la gestión de recursos. Porque trabajar no es solo hacer tu trabajo. Son las preocupaciones que te llevas a casa, el miedo a los despidos, la presión por parte de tu jefe, la competitividad con otros compañeros, las horas extra, el estrés, las condiciones reguleras...
Muy pocos pueden decir que tienen el trabajo de sus sueños. La mayoría, tenemos empleos que nos producen pesadillas. Y es que el trabajo es, en algunos casos, nuestra principal ocupación, a lo que le dedicamos más horas de nuestra vida, descuidando otros aspectos importantes. Entre ellos, nuestra salud.
¿Y cómo hemos llegado hasta aquí? Como bien explican en el vídeo, hace seis o siete décadas las empresas cuidaban a sus empleados. Era la época de las cestas de Navidad, los regalos, las cenas de empresa, las pagas extra... Pero ahora las empresas han dejado de pensar en sus empleados para volcarse con sus accionistas. Y eso ha hecho que, en algunas profesiones, no haya límites.
"El trabajo se ha vuelto inhumano". Trabajar es casi una tortura psicológica que se mantiene en el tiempo y nos va desgastando poco a poco. Sin embargo, parece que nadie parece importarle. "Los empleadores son responsables y los gobiernos también", dice Pfeffer.
No es el mejor momento para hacerse esta pregunta, la verdad. Ahora estamos sumergidos de lleno en una pandemia mundial que también ha alterado nuestras condiciones laborales. Algunas personas se han quedado en le paro, otros trabajadores están en ERTE, y otros están echando muchísimas horas de más. El coronavirus ha puesto todo patas arriba, también en el sector laboral, y ha hecho que el teletrabajo, sea una opción buena tanto para empresas como para empleados.
El mundo ha cambiado muchísimo en los últimos años como para que sigamos trabajando de la misma forma que se hacía, por ejemplo, a finales del siglo XX. Es el momento de evolucionar, y el teletrabajo ha sido un gran paso. Pero hay otras ideas, como la del magnate mexicano Carlos Slim, vigésimo primer hombre más rico del mundo, que propuso un nuevo plan: trabajar solamente tres días a la semana y elevar la edad de jubilación a los 75 años. ¿A ti qué te parece?