Las películas de Harry Potter esconden curiosidades que todo fan verdadero debe saber

El examen definitivo ha llegado para los Potterhead. No es una exageración ni tampoco algo que nos hayamos inventado. El universo de Harry Potter es una caja llena de sorpresas y, aunque creamos que las conocemos todas, siempre hay algo nuevo por aprender.

Después de ver la saga de las ocho películas y de creernos que lo sabemos todo, es cierto que hay cosas que se nos han quedado grabadas a fuego, pero también otras han pasado inadvertidas. Por ejemplo, no es nada raro que si vemos una manta en el salón, nos la pongamos instintivamente sobre la cabeza y creamos que tenemos la capa de invisibilidad. También está ese momento en el que vamos de excursión al campo con la excusa para hacernos con una varita o cuando nos hemos llegado a subir a una escoba esperando que fuese una Nimbus 2000. Inevitable. Son cositas que se quedan.

Por muy fan que se sea (ya puedes ser de esos que tocan la banda sonora con la lavadora) siempre hay detalles que se escapan. Y, ¿qué hacemos para eso que nos ha pasado inadvertidos? Seremos PotterFans de los buenos, pero es fácil que no tengamos ni idea de algunas de estas curiosidades que han salido en sus películas. Para llegar al nivel más top de fans, vamos a hacer un repaso de algunas de ellas y a sacarles más chicha. No podemos olvidar que es una saga mágica y que irá siempre un poco más allá de lo que vemos.

Curiosidades de Harry Potter que se nos pasaron de las películas

1. La realidad del famoso castillo de Hogwarts

Para iluminar el modelo del famoso castillo de Hogwarts, 86 artistas y técnicos instalaron más de 2,500 bombillas de fibra óptica que simulan antorchas y linternas, para dar la ilusión de que los estudiantes estaban caminando por los pasillos. Las horas que llevó a hacer a todo el personal ese decorado de ensueño sobre rocas y plantas reales, según Warner Bros, se podría traducir como en 74 años de vida de una persona. ¡Una locura completa!

2. Daniel Radcliffe infiltrado en un póster

En la escena de la estación de 'Las Reliquias de la Muerte: Parte 1', puede verse un póster de Equus, una obra de teatro que, por aquel entonces, protagonizaban Daniel Radcliffe y Richard Griffiths. De esta forma se le hacía un poco de autobombo en su otra casa, aunque para muchos pasase inadvertido.

3. Una dedicatoria en los créditos para los dragones

Hay muchas producciones que tienen recompensa si se espera uno al final de los créditos. No solo Marvel sabe jugar bien a este juego y para comprobar quiénes son esos fans que no se levantan de la butaca hasta el final real de una película (fin de los créditos) se escondió una dedicatoria muy especial en el 'Cáliz de fuego'. ¿Queréis saber para quién iba este mensaje? Pues ni más ni menos que para los dragones. Para la tranquilidad de todos se nos decía que "ningún dragón fue herido en el rodaje de esta película". Si en su día no llegasteis a leer esto, seguro que no respirasteis tranquilos.

4. El simbolismo de la muerte de Snape

Severus Snape era el profesor de pociones en Hogwarts. Este gran personaje fue asesinado por Nagini en las 'Reliquias de la Muerte' porque Lord Voldemort quería ser el poseedor de la varita de saúco. Y, ¿por qué la decisión de matarlo? ¿No había otra forma para conseguir la famosa varita?. Pues por lo visto no, porque J.K. Rowling tenía una enseñanza escondida tras la muerte de Severus: quería mostrar a los lectores que nunca es tarde para cambiar el camino.

Una lección bonita, aunque como sabía que era dura por perder a ese personaje se cargó de simbolismo en la película para rendirle un homenaje. De esta forma se puede ver en la pared del fondo, una bandera de Gryffindor colgando, que es una clara referencia al valor y la entrega que había mostrado Snape a lo largo de su vida. La próxima vez que veáis la escena, fijaos muy bien.

5. El número de gafas que usó Harry Potter en sus películas

J.K. Rowling quiso hacer al personaje de Harry Potter con gafas por un motivo muy concreto: quería presentar a su protagonista con puntos débiles (no ver tres en un burro era uno de ellos) y aún así ser este capaz de hacer cosas muy grandes. Un héroe de los de carne y hueso. ¿Y esa lección qué supuso? Pues que al tener Daniel Radcliffe que llevar sus características gafas redondas durante ocho películas, tuvieron que hacer un gran despliegue de medios en repuestos de anteojos. ¿Cuántos pares de gafas se usaron para la saga? ¡Nada menos que 160! A eso hay que sumarle de gastos extra también de 80 varitas (entre las que se rompieron y perdieron).

6. Camas diminutas para niños que van creciendo

En la primera película de la saga vimos las camas en las que dormían Harry, Ron, Seamus, Neville y Dean. Pues bien, ese dormitorio con esas camitas de niños se mantuvo igual el resto de la saga. La producción decidió no modificar la partida de camas y, aunque los niños crecieron, ellos se apañaron con sus camas minúsculas. ¿Cómo lo hicieron? Para que el decorado del dormitorio de Gryffindor se mantuviera tuvieron que tirar de pericia con las cámaras. Desde distintos ángulos y planos grabaron para que no notásemos que se les habían quedado pequeñas. Tal vez el presupuesto de gafas y varitas no dejó lugar para camas de adolescentes.

7. Un adelanto del peluquín

En esta escena de 'La Cámara de los Secretos', puede verse el peluquín de recambio del profesor Gilderoy Lockhart. Un spoiler de lo que este llevaría después sobre su cabeza. Con él terminó después puesto e internado en un manicomio, pero esta escena ya lo adelantó o por lo menos fue así para los más observadores.

8. Homenaje a México

En una de las escenas del 'Prisionero de Azkaban', en la que vemos una especie de fuente en la que aparece un águila comiéndose a una serpiente, no hay nada que esté hecho de casualidad. Se trata de un auto homenaje del director Alfonso Cuarón a su México natal.

9. Deberes reales

A las jóvenes promesas de magos les vimos en las aulas, estudiando para conseguir su propósito. Lo que no sabíamos es que estaban en esos momentos aprovechando también para estudiar de verdad. Durante el rodaje, los jóvenes actores aprovechaban para hacer sus tareas de clase y así se mataban dos pájaros de un tiro: ellos avanzaban en el temario y se conseguía un ambiente escolar mucho más verosímil.

Y hay todavía más detalles escondidos tal como podéis ver en el vídeo que encabeza el artículo, así como en otras otras posibles entregas del universo de Harry Potter.