Ser fan de Harry Potter solo tiene cosas buenas: te has leído unos libros geniales, has vivido un montón de emociones, te has enamorado de un personaje, después has visto las películas, has flipado con la banda sonora tanto que todavía te la sigues poniendo para estudiar, te has disfrazado de mago, bruja, ¡o dementor!...
Bueno, igual nos hemos venido un poquito arriba. Ser superfan del mago más majo del mundo igual sí que tiene un par de cosas malas. La primera, tener que vivir cada día sabiendo que a ti no te ha llegado la carta de Hogwarts, y la segunda, no conseguir ahorrar porque es que no paran de salir cosas monísimas de Harry Potter, ¡y viajes alucinantes como pasar un finde en la cabaña de Hagrid!
Lo que no podíamos imaginarnos es que ir a muerte con el famoso mago que venció a Voldemort y todo el universo que le rodea podría convertirnos en mejores personas.
Un artículo de investigación sobre psicología ha revelado las conclusiones de un estudio que no podrían habernos sentado mejor. Según estas, leer la saga de Harry Potter enseña valores como el respeto a la diversidad y nos convierte en personas con menos prejuicios.
Además, el estudio también dice que la gente que flipa con esta historia suele valorar mucho la amistad y estar muy unida a sus amigos, y es menos probable que sea una persona intolerante con las minorías.
Para llevar a cabo este estudio, los investigadores entrevistaron a un grupo de alumnos de educación primaria antes y después de leer las novelas. También a alumnos de educación superior con test más complejos sobre los sentimientos que les despertaban una serie de circunstancias.
Los investigadores se inclinan a pensar que mientras estamos leyendo los libros de Harry Potter, vemos el mundo a través de la mirada de este joven mago, conectamos con él, le comprendemos, y aprendemos los valores que le caracterizan: valentía, lealtad, justicia, la humildad, el esfuerzo...
Así que, si la saga de Harry Potter ya se había convertido en un gran hito cultural por el antes y después que provocó en la literatura juvenil y en el cine, que además nos haya convertido a todos en buenas personas no puede ser más ¡YASSS!