Ya sea en un bar, en Tinder o Instagram, para encontrar el amor o para llevarte a alguien al huerto, no basta con parecer una persona simpática, interesante y graciosa, sino que, en especial en redes sociales, tienes que competir contra toda la oferta y la demanda a tu alrededor. ¡Ni que fuéramos un puesto de fruta en el mercado del barrio! Pues sí, más o menos, sí lo somos.
No solo eso: sabiendo que la primera impresión se forma en los primeros segundos de contacto, el primer mensaje debe ser una presentación a la altura. O con altura, citando a nuestra diosa Rosalía. ¿Es mejor usar una frase ingeniosa, una simple, o una bromita? En Yasss te damos las claves.
Sí, hay estudios sobre las primeras interacciones en el ámbito de la seducción. No, no hay una conclusión científica consensuada sobre qué frase para ligar es la mejor. Estos análisis (la mayoría centrados en interacciones heterosexuales en las que el hombre tiene la primera palabra, lo que reduce muchos perfiles) estudian la seducción como una habilidad social relacionada con la inteligencia emocional, con la capacidad de anticiparte a la otra persona y leer sus palabras, gestos y emociones. Una capacidad que se puede adquirir y mejorar.
Para algunas personas, las aplicaciones para ligar son deprimentes, desesperanzadoras y un ataque a su autoestima, mientras que para otras son la única herramienta para conocer gente. Para contactar con la otra persona, explican los psicólogos, hay que mostrar seguridad, sentido del humor y aprender a relativizar los rechazos.
Aunque no tengan conclusiones claras, los psicólogos aseguran que lo mejor es ser espontáneo y sincero: es muy complicado mantener una línea cómica si no se es gracioso, y el personaje puede caerse a lo largo de la interacción, dando la sensación de falsedad.
Psicólogos y sexólogos consideran que no tiene mucho sentido usar una frase hecha, ni siquiera graciosilla: están muy trilladas, son comunes y no dan la sensación de exclusividad. Tampoco recomiendan pasarse de cursi: seguramente un "qué planes tienes para el resto de tu vida" sea pasarse. Ante todo, naturalidad.
Estos profesionales explican que conviene ser sincero (es cansadísimo fingir ser otra persona) y hacer una pregunta, invitar al diálogo. Pero, si no te responden, lo mejor es no molestar: nada de mensajes victimistas como "ya veo que pasas de mi" o "bueno, no te escribo más". Tal vez esa persona tenga un problema personal o familiar, o puede que no le apetezca contestar. No todo es ghosting en la vida.
En un entorno online, es buena idea aludir al perfil: algo que llame la atención de su biografía, ese maravilloso perro al que te encantaría conocer (más que al dueño) o la canción que ha compartido en su perfil. Tratar de establecer, en definitiva, puntos en común con la otra persona.
Ni el "estudias o trabajas" ni el "¿qué vas a contarles a nuestros hijos cuando te pregunten cómo nos conocimos?", ni mucho menos el "¿qué hace una chica como tú en un sitio como este?", resultan demasiado efectivos en un primer mensaje por Instagram. Cada generación acoge unos códigos y herramientas para ligar y, en ocasiones, estas surgen de la televisión y llegan a Tinder.
A veces sale bien, como con el "¿quieres macarrones?" de 'Élite'. En la segunda temporada de la producción de Netflix (que también dejó expresiones como el narcobarbie de Lu o el "te puede quedar to Gucci" de Rebeka), los guionistas juntaron a Samuel y a Carla, el jovencito pobre y la hija de una familia forrada de dinero, con la frase de los macarrones. La pregunta se la hizo él y, viendo que ella quiso macarrones, pronto las aplicaciones para ligar se llenaron con la famosa pregunta.
Antes de la pasta, la frase de moda fue otra y corrió a cargo de C Tangana. 'El madrileño' publicó el año pasado el tema 'Ontas?', una canción que hace referencia a la expresión homónima mexicana y que es, literalmente, una contracción de "¿dónde estás?". La frase, de la que se hicieron eco desde Selena Gómez hasta Sergi Roberto, es, tal como canta Tangana, una invitación a montarte en un Uber para que te hagan la noche. Una alternativa sutil a los emojis de berenjenas, melocotones, dedos con forma circular e índices estirados.
Sin embargo, estas frases tardan lo mismo en ponerse de moda que en dejar de estarlo. Pronto, el "Ontas?" de Tangana y los macarrones de Samuel desaparecieron de las aplicaciones para ligar y quedaron diluidas entre cuentas de memes.