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Sí, el mal uso de la copa menstrual también puede provocar un síndrome de shock tóxico

  • Creíamos que la copa menstrual no podía ser factor para un síndrome de shock tóxico, pero no leímos bien los prospectos

  • El ginecólogo Pluvio Coronado resuelve las dudas del SST con la copa menstrual

Hasta la fecha nos había llegado de refilón, pero no era algo que nos preocupara demasiado. Sin embargo, todo ha cambiado en apenas dos semanas. En ese tiempo hemos visto en distintos casos unas iniciales que se nos han quedado grabadas (SST) o lo que hemos llegado a conocer como síndrome de shock tóxico.

Primero en el caso de Maelle la joven belga que fallecía por esta infección asociada al uso de tampones y después revivíamos otro episodio similar con Sandrine Graneau a la que le amputaban varias extremidades a causa también de esta infección, pero con la diferencia de que a ella se le había originado a partir del uso de la copa menstrual.

Total, que si con los tampones ya teníamos ciertos miedos de que esto podría en algún caso (no habitual) darse, la sorpresa nos la hemos llevado tras conocer que la copa menstrual tampoco se salva de ese riesgo. La propia Sandrine ha sido la que nos ha alentado a través de su historia para conocer los peligros. El primero de ellos y el que ella pasó por alto fue la cuestión del tiempo. Sandrine apuró mucho las horas antes de vaciar su copa y esa negligencia le valió muy cara.

Sin embargo, en ese punto, ella ha querido aclarar que la información que se nos brinda con respecto al uso de tampones y copas menstruales no es todo lo clara que debiera ser. Para ello ha remitido a las propias instrucciones que van dentro de la caja que ella usó y que en su caso dejaban un margen opcional muy abierto del tiempo que las copas se podían llevar puestas: no había un número exacto. El margen iba desde 4, 6, 8 ó 12 horas y ella perdió la noción del tiempo de lo que la llevó dentro.

Retener más sangre del tiempo debido, sí puede ser un motivo para que se dé un síndrome de shock tóxico

Eso último fue lo que invalidó todo. Porque estamos de acuerdo en que los fabricantes podían haber especificado más o haber dar un planteamiento más sencillo de su uso, pero el sentido común y la higiene íntima correcta son, en definitiva, lo fundamental. Llegados hasta este punto, lo que nos queda ahora es hacer examen de conciencia y ser muy sinceras con nosotras mismas:

¿Somos responsables utilizando la copa menstrual? ¿Seguimos los pasos que se nos marcan tanto para su colocación, extracción y limpieza? ¿Conocemos los riesgos? Seguramente que hayamos vivido peligrosamente cometiendo muchos excesos, pero ya es hora de que nos digan qué es lo correcto y de que nos abran un poco más los ojos. Sí, el síndrome de shock tóxico también puede darse por utilizar mal la copa menstrual. No iba ser exclusivo de los tampones.

Con la copa menstrual, ¿cuánto debe preocuparme el SST?

Pero antes que nada, ¿nos tenemos que preocupar? Las últimas noticias nos han hecho alarmarnos y dudar de la eficacia de estos métodos para controlar el flujo menstrual, aunque "eso es una cuestión más mediática que real" nos dice Pluvio Coronado, ginecólogo del Hospital Clínico San Carlos. Bajo sus 26 años al frente del servicio de ginecología de este hospital no se ha topado nunca con un caso de síndrome de shock tóxico y pone en duda que haya habido casos en España. "Habría que mirar en las estadísticas, pero no es normal y menos en un país civilizado como este y con una sanidad como la que tenemos".

Él mantiene que con los métodos modernos de higiene menstrual y sobre todo estos "bien utilizados son de lo más confiables". Ahora claro, hay que leerse la letra pequeña de las instrucciones. Si estas ponen que 'la copa debe vaciarse al menos cada 12 horas'. "Hay que hacerlo", nos dice Pluvio y va más allá: "Hay que utilizarla en función del flujo de cada una para aprender la frecuencia exacta de su vaciado. No es una cienta tan exacta y sí que deja más libertad que los tampones.

Por lo pronto la copa menstrual no es tan restrictiva para las noches y no peca tanto del problema de la absorción y la celulosa de los tampones. Las probabilidades de que la bacteria Staphylococcus ­aureus, que se encuentra en la piel, vagina y otras mucosas, libere la toxina que nos provoque un síndrome de shock tóxico es remota, pero la norma de que 'a mayor grado de absorción, mayor riesgo', sí que está clara. De ahí entendemos la precaución que se toma con los tampones. Pero, ¿y en las copas?

Ahora el material no es como en el caso de los tampones primarios con los que era más posible y se describió el síndrome de shock tóxico

En las copas, el factor absorción no es el problema. Aquí tenemos otro indicador del que estar alerta. "La sangre retenida en el cuerpo es susceptible de estar infectada de la bacteria", nos indica Pluvio y el acumular esta en la copa durante horas "puede dar un nutriente estupendo para esa bacteria y la posibilidad de que crezca".

Independientemente del modelo o composición (generalmente silicona) e incluso siendo lavadas como se indica en sus instrucciones de uso pueden permanecer las bacterias en las copas, tal como señala un estudio francés de 2018 publicado en 'Journal of Applied and Environmental Microbiology'. El mejor método para evitar que se forme una biopelícula pasa por la esterilización de la copa hirviéndola siempre entre usos para estar del todo seguras.

Las recomendaciones del especialista

"Hay que estar tranquilos. No es algo que vaya a pasar", nos dice Pluvio acerca de las alarmas desatadas en los últimos días y que nos han hecho buscar en más de un caso los prospectos de estos productos de higiene íntima femenina. De hecho su mensaje tranquilizador lo hace extensivo tanto para los tampones como para las copas.

De los primeros nos asegura que ahora venden "tampones impregnados de probiótico para mejorar la flora bacteriana y evitar las infecciones" y en el caso de las copas "su evolución es constante" para adaptarse a todo tipo de actividades. Lo que no se debe perder de vista desde luego es que hay que tener "unos buenos hábitos y no sobrepasar las 8 horas, aunque el flujo sea escaso", mantiene este especialista que recalca que "la vagina es un medio natural de drenaje y por eso no hay que apurar tanto".

Para él lo fundamental es que la copa tenga el tamaño adecuado y que cada vez que la extraigamos se tenga la precaución de hervirla sin necesidad de usar jabones u otros productos que puedan estar mal conservados. No hay que tener miedo, si se tiene una buena higiene íntima de este método eco-friendly, aunque eso sí, hay que ir experimentando y conociendo mejor nuestro cuerpo para darle siempre el mejor uso.