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Aprender a tratar con cobayas, la mascota más simpática e inteligente, es muy fácil

  • Las cobayas son animales pequeños, dóciles y muy simpáticos. En Yasss te damos los motivos por los que son la mascota perfecta.

  • También se las conoce como conejillos de indias por su origen: las llamaron así los conquistadores españoles al llegar a los Andes, donde las comunidades autóctonas las habían amaestrado.

Las cobayas son una mascota cada vez más habitual en las casas de todo el mundo: son simpáticas, son fáciles de cuidar y muy sociables. Estos pequeños roedores son unos animales sociables y amistosos, muy dóciles, y por eso cada vez más personas se animan a adoptar una e integrarla en su familia. En Yasss te contamos todo sobre las cobayas, una mascota ideal si estás pensando en cuidar de un animal sin haberlo hecho antes.

¿Cuántas hay?

Las cobayas, también conocidas como ‘conejillos de indias’ (ya que los conquistadores descubrieron, cuando llegaron a América, que los indígenas andinos estaban domesticando a estos animalillos), son unas mascotas procedentes de los Andes, que tienen una esperanza de vida de entre 6 y 8 años y pesan alrededor de un kilo, quinientos gramos arriba, quinientos gramos abajo. No suelen medir más de 35 centímetros.

Como otros animales, las cobayas tienen diferentes razas, entre las que se distinguen dos grandes grupos: las de pelo corto y las de pelo largo. Las primeras tienen el pelo corto, liso y suave, y las razas más típicas son la tricolor, la holandesa, la dálmata y la himalaya. Por su parte, las razas de cobaya de pelo largo más habituales son las peruvianas, la tisilar y la sheltie. Todas ellas tienen en común un pelo más largo que hay que cuidar para mantener sin enredos y limpio, lo que se traduce en bañarlas y cepillarlas más habitualmente.

Sea del tipo que sea, evita bañarla con mucha frecuencia y, si lo haces, sécala bien, para evitarle infecciones. Lávale con un champú específico (podrás encontrarlo en cualquier tienda de animales) y cepíllale siempre que puedas, con especial incidencia en la zona del estómago, para evitar que le salgan bolas de pelo en esa zona.

Cuidados y mantenimiento

Las cobayas no te exigirán mucho tiempo. Lo primero que necesitarás es una jaula, cuanto más grande mejor: tu cobaya será más feliz con más espacio, aunque tendrás que limpiarla a diario, y al menos una vez a la semana en profundidad, sacando todo y frotando las varillas con agua caliente y jabón neutro. El tamaño mínimo recomendado son 80 centímetros de largo y 40 centímetros de ancho y alto, y no debe estar ni muy cerca de corrientes de aire ni del sol directo.

Ahora bien, todos los días tendrás que sacarla, pasearla y cogerla, aunque siempre sabiendo que son animales tan sociables como asustadizos. Hasta que se acostumbren a ti, seguramente te rehuirán como si no hubiese mañana: para conseguir su confianza, puedes sujetar el animalillo con la palma de la mano mientras le acaricias la cabeza y la nuca con suavidad. Evita agarrarle del lomo, porque es donde suelen ir los depredadores.

Una vez tengas su espacio, tendrás que colocar como 2 o 3 centímetros de viruta o papel prensado en la base, para que absorba los malos olores. También tendrás que hacerte con un dispensador de agua, del que no te quedará otra que estar muy pendiente para asegurarte de que nunca le falte agua, así como un comedero y un refugio o casita de madera. Si le añades algunos juguetes, él también te lo agradecerá.

¿Qué comen las cobayas?

Estos animalillos son estrictamente herbívoros y necesitan una alimentación muy completa y fibra en cantidades industriales. Ahora bien, esto no quiere decir que puedan comer cualquier producto vegetal. En cuanto a productos frescos, los veterinarios recomiendan darles manzanas, los plátanos, las peras, el melón, las uvas, los kiwis, las zanahorias, las remolachas, los pimientos verdes, los apios, los pepinos, las escarolas, las endivias y los guisantes, siempre con un tamaño pequeño e intercaladas con heno.

Hasta los 21 días de vida, deben tomar leche materna o sustitutivos, y a partir de la tercera semana, ingerirán agua en cantidades industriales. Sobre su dieta sólida, la recomendación es que, del total, un 80% sea heno, un 15% vegetales y frutas y un 5% pienso. Ocasionalmente, también le puedes dar algún snack específico.

El heno (sobre todo el de las gramíneas) debe estar siempre a disposición de tu cobaya y de manera abundante, para evitarle problemas digestivos, y no debe confundirse nunca con la paja, que es amarillenta, dura y les puede traer problemas de salud. Las verduras también son imprescindibles, mucho más que las frutas: se recomienda que tu animalillo cuente con una hora verde en su dieta a diario, para una mejor digestión.