Cantamos ‘Tusa’, bailamos ‘Mi cama’ y nos cruzamos de brazos cuando lanzó ‘Bichota’ en plena pandemia, con todas las discotecas cerradas. Aunque Karol G (nombre artístico de Carolina Giraldo Martín) lleva casi una década en la industria de la música, los últimos cinco años han sido especialmente buenos para ella; la artista ha sacado dos álbumes de estudio, ha girado por todo el mundo y ha recibido varios premios, entre ellos un Grammy Latino. Sin embargo, sus inicios fueron mucho más complicados.
El día de su 18 cumpleaños, un importante productor de Colombia la invitó a desayunar para firmar su primer disco, aunque la cosa cambiaría después. Lo contaba en una entrevista en El País: la artista, que había cambiado todos sus planes para acudir a ese acontecimiento que le cambiaría la vida, se encontró con un hombre de la edad de su padre que se le insinuaba sexualmente, prometiéndole el proyecto de su vida. Ella se fue del despacho, desconcertada y totalmente decepcionada, pero entendió que no se lo iban a poner fácil en la industria. Desde entonces es su padre, Juan Guillermo Giraldo, quien la asesora en su carrera musical. “Este hombre es el 99% del éxito de mi carrera, mi papá”, reconoció cuando ganó el Grammy Latino a Nueva Artista en 2018.
Carolina Giraldo Marín nació en Medellín, Colombia, en 1991. Es hija de Martha Cecilia Navarro y de Guillermo Giraldo, también músico, y tiene dos hermanas: Verónica y Jessica, la mayor y la pequeña de la familia. Desde muy niña, Karol G mostró un interés enorme por la música y el canto, y empezó a componer canciones siendo muy joven.
Su formación musical teórica también fue bastante precoz. Con apenas cinco añitos, ingresó en una escuela con su hermana Jessica, y mantuvo su interés y formación con cursos a lo largo de su vida. El gran momento de Giraldo no llegó, sin embargo, hasta los 14 años, cuando participó en el reality Factor X, donde obtuvo visibilidad y experiencia. Gracias a su participación, tuvo la oportunidad de firmar su primer contrato discográfico, y fue ahí donde escogió el nombre de Karol G para presentarse al mundo.
En esos años fue telonera de Don Omar en Cartagena y cantó en una ocasión con J Balvin, que según cuentan se presentó en la fiesta quinceañera de una prima suya y con el que mantiene una gran relación personal y profesional desde entonces. En 2007 lanzó su primer single, ‘En la playa’, al que seguirían algunos otros sencillos, como ‘Por ti’ o ‘Dime que sí’, que sin embargo no obtuvieron demasiado éxito. Por eso, entre otras cosas, decidió estudiar música y mercadotecnia en la Universidad de Antioquía y en Nueva York, donde aprendió lo más importante de la industria. Su gran momento todavía estaba por llegar.
A partir de 2013, Karol G empezó a ganar notoriedad. No fue sencillo, como ella misma ha explicado en alguna ocasión; las mujeres todavía no habían logrado “el espacio importante” que ahora tienen en el reguetón, asegura. “Ya no hablamos de un género urbano liderado por hombres, sino estamos encabezando con ellos el mercado”, explicaba en una entrevista con Elena Reina.
“Empecé con todo ese grupo de productores y cantantes de Medellín que ahora lo están rompiendo y me tocó ver cómo todos crecían y yo me iba quedando atrás. Creo que mi proceso fue más lento precisamente porque no había un espacio para las mujeres en el negocio de la música urbana”, apunta. La artista debutó junto a Reykon, continuó colaborando con Nicky Jam en ‘Amor de dos’ y consiguió, gracias a estos featurings, colocarse en los puestos más altos de las emisoras y listas de éxitos. Con el paso de los años, siguió publicando singles, aunque su primer disco no llegó hasta finales de octubre de 2017. ‘Unstoppable’ mezcla ritmos de pop y reguetón con letras juveniles, que interpreta junto a Bad Bunny, Ozuna o Kevin Roldán. Fue todo un éxito.
Desde entonces, ha lanzado otro puñado de sencillos, un álbum de estudio y ha conseguido decenas de nominaciones a premios. Sin embargo, ella no ha cesado en sus reivindicaciones. Ni en el feminismo ni en llevar la cultura colombiana por todo el mundo, entre otras. Tampoco evita posicionarse en cuestiones sociales, como el pasado 9 de septiembre, después de las protestas en Bogotá contra el gobierno de Iván Duque y la represión policial violenta, que se saldó con una decena de muertos. “La pregunta es en manos de quien estamos? Los derechos y la vida de los ciudadanos son constantemente vulnerados!”, destacaba entonces.
Y, aunque echa de menos la euforia del directo y el contacto con su público, también está disfrutando de este año tan difícil junto a su familia, amigos y pareja, el cantante Anuel AA. A la navidad solo le ha pedido “tener la oportunidad de compartir de nuevo con las personas, de cerca, sin miedo y sin limitaciones”. Por si Santa lo leyese y quisiera concederlo para 2021.