Álvaro Vélez Medina siempre ha sido un apasionado del maquillaje y ha hecho de su pasión su profesión. Desde que era muy pequeño, le gustaba probar bases, sombras de ojos, pintalabios... Por eso, decidió abrirse un canal de YouTube cuando tenía 14 de años, después de haber tenido un blog durante algunos meses. Hoy, once años después, este gaditano tiene su propia empresa de maquillaje, acumula miles de seguidores en las redes sociales y se ha colado en la lista Forbes como uno de los 100 influencers más importantes de España.
Pero el camino hacia el éxito no ha sido nada fácil y Álvaro se apartó de las redes durante algún tiempo debido al acoso que sufría por parte de sus compañeros de instituto en bachillerato. "Llegué a borrar el canal y no quería saber nada de YouTube", confesó en una entrevista a El Mundo: "Hubo un montón de insultos. Incluso, hubo un momento de mi vida en el que desarrollé algo como manía persecutoria [...] Imagínate ir a clase, pensar que todo el mundo está hablando de ti y metiéndose contigo, que se creen blogs para insultarte, llegar a casa y ver comentarios ofensivos en los vídeos... No hay momento en el día en que seas feliz".
Pero Álvaro (que le añade a su nombre el apellido Kruse en las redes) volvió y lo hizo con más fuerza que nunca, dispuesto a pasar de aquellos que le querían hacer daño y con el único objetivo de ser feliz haciendo lo que más le gusta en el mundo. "No tienes que preocuparte nunca por alguien que no se preocupa por ti. Es mi lema. Tú tienes que seguir con tu vida y hacer lo que te gusta porque, si no lo haces ahora, ¿cuándo lo vas a hacer?", explicó en la citada entrevista.
Esa perseverancia y esa confianza en sí mismo han hecho que Álvaro Kruse sea, a sus 25 años, propietario de una empresa de maquillaje muy exitosa, 'Krash Kosmetics', que tiene sobre la mesa "un proyecto de internacionalización" y 16 trabajadores a su cargo, cuando hace solo un año tenía solo a 3 personas en plantilla y se planteaba cerrar debido a la pandemia, como explicó el joven a Europa Press.
"El primer día de la pandemia, el convencimiento era que había que cerrar [...] se decidió poner a la venta todo el stock y en una semana se agotó [...] ahora se vende en Primor, en Amazon...", contó Álvaro en el citado medio. Su empresa nació con el objetivo de mostrar que el maquillaje no tiene género, porque cuando era adolescente las dependientas de las tiendas pensaba que iba a robar porque no imaginaban que quisiera comprar maquillaje: "De esa necesidad nace la marca, para ser diversa de verdad: para chicos y para chicas".
"Estoy muy contento, sobre todo de haber penetrado en una industria principalmente femenina", explicó el joven a Informativos Telecinco; y es que no solo ha conseguido acumular miles de seguidores en su canal de YouTube y en sus cuentas de Instagram y Twitter, sino que también ha conseguido publicar su primer libro, '#BusinessBoy: Cómo transformé 200 euros en una empresa millonaria', en el que cuenta cómo ha levantado su 'imperio' del maquillaje.
Este enorme éxito se ha traducido en la confianza de otras marcas, como Maybelline, que lo nombró embajador de la marca en 2019, convirtiéndolo en el primer hombre en ostentar este cargo. "Un momento muy bonito" en el que Álvaro sintió que "el trabajo había dado sus frutos", como explicó a Europa Press.
En LinkedIn, el influencer destaca más logros: "Cuento con más de 300.000 suscriptores, convirtiéndome en el youtuber de lifestyle masculino más suscrito de España y soy el único chico en belleza en llegar a los 100.000 suscriptores en la historia de YouTube España". La entrada en la lista Forbes es solo un paso más hacia la cima del éxito.