No hay prendas de vestir de chicos o de chicas al igual que las decisiones estéticas que podamos tomar cada uno de nosotros tampoco tienen género. Es más, para romper con todo estos estereotipos socialmente impuestos hay madres que visten a sus niños de rosa o chicos que deciden ponerse falda porque simplemente les apetece.
Aunque históricamente romper con las barreras del género ha sido muy complicado, cada vez hay más personas que visten como les da la gana, independientemente de su género, o deciden, por ejemplo, pintarse las uñas.
A lo largo de los años, pintarse las uñas era exclusivo para las chicas. Sin embargo, cada vez más, los chicos también apuestan por llevar una manicura de escándalo y fantasía, esto lo hemos visto con algunos famosos como Bad Bunny, Brays Efe o Harry Styles; pero no todo el mundo considera que esta decisión sea correcta o aceptable.
Parece increíble, pero ha ocurrido en pleno 2020, un estudiante ha sido expulsado de su clase por llevar las uñas pintadas. Así es, a un joven estadounidense que está cursando su último año en Clyde High School, un instituto de Texas, le han prohibido ir a clase con las uñas pintadas; mientras que sus compañeras pueden llevarlas del color que quieran.
Trevor considera que su expulsión no es justa, por tanto, con el objetivo de reivindicar que los chicos también pueden pintarse las uñas, ha iniciado una campaña de recogida de firmas en Change.org, donde explica que el instituto no le readmitirá hasta que no se quite el esmalte.
"Hola, mi nombre es Trevor Wilkinson y soy un estudiante de último año en Clyde High School. Hoy obtuve ISS (suspensión en la escuela) por pintarme las uñas. Me dijeron que seguiré recibiendo ISS hasta que me los quite", así comienza su mensaje en esta petición, con la cual quiere demostrar lo absurda que ha sido su expulsión.
"Es un doble rasero completo porque a las niñas se les permite pintar y hacerse las uñas. No solo eso, sino que la libertad de expresión es una validación suficiente para que el código de vestimenta y la política no estén bien. Soy un hombre gay y estoy más que orgulloso. Esto es injusto y no está bien", continúa Trevor.
"Ayúdame a demostrar que está bien expresarse y que la identidad que la sociedad quiere normalizar no está bien. Soy un humano. Yo soy válido. No debería meterme en problemas por hacerme las uñas. Firma y comparte esto para que personas como yo no tengan que lidiar con esto nunca más. Es hora de un cambio y ese momento es ahora", además, agradece todas y cada una de las firmas, ya que es la única manera de hacer frente a esta injusticia.
Hace menos de una semana que Trevor colgó en Change.org esta petición y ya ha conseguido que la firmen más de 51.000 personas de todas las partes del mundo.
El instituto de Wilkinson es, según él mismo ha reconocido, "muy tradicional", lo cual le ha ocasionado en más de una ocasión algún que otro problema. Su código de vestimenta es extremadamente específico decreta que el cabello de las niñas "debe ser de un color natural en el genoma humano"; pero esto no es todo.
Si sus pantalones son ajustados, deben tener bolsillos, y las mallas solo se pueden usar si "van acompañadas de una blusa aprobada que esté a 5 pulgadas de la parte superior de la rótula".
Mientras tanto, a los niños solo se les permite un color de pelo natural, solamente pueden abrirse un botón desde el cuello y, por supuesto, "están prohibidos el maquillaje y el esmalte de uñas".