Las modas van y vienen y esto afecta a todos los aspectos de la vida, incluso cuando son tan permanentes como un tatuaje, pensado para quedarse sobre nuestra piel desde el momento en el que se realiza.
Eso no quiere decir que con el tiempo no pueda experimentar cambios, es necesario cuidarlos para que siempre se vean bonitos, pero el paso del tiempo también puede alterarlos, haciendo que se vean diferentes a como los pensamos.
En el caso de los tatuajes de líneas finas, que están de tendencia actualmente, no solo nos encontramos con los problemas tradicionales asociados a los tatuajes, también puede suceder que estos se expandan, perdiendo ese efecto delicado que los caracteriza y dejando sobre la piel un diseño más emborronado.
Este tipo de tatuajes se ven delicados, con líneas finas y suelen tener un marcado aire minimalista. Esto es así porque los expertos recomiendan no añadir demasiados detalles en ellos, para evitar que se pierda precisión cuando la tinta se expanda, algo que sucede con todos los tatuajes.
Para evitar terminar con un tatuaje emborronado o cuyo trazo quede demasiado grueso, siempre hay que acudir a profesionales que sepan lo que están haciendo, asegurándonos de que su trabajo nos convence viendo proyectos ya cicatrizados. Un profesional también podrá recomendarnos el tamaño adecuado para el tatuaje.
En general, esos tatuajes que lucen poco definidos una vez que curan o con el trazo engrosado, se ven así porque no se han realizado correctamente. Si bien tiende a penarse que es porque no se ha empleado la aguja adecuada, en realidad suele estar relacionado con una excesiva presión a la hora de aplicarlo, incluso con una incorrecta inclinación de la aguja.
Conviene saber que todos los tatuajes pierden un poco de tinta al cicatrizar, por lo que en estos proyectos en los que se suele realizar de un modo muy superficial, no es raro que sea necesario repasarlo. Es importante curarlo de un modo adecuado, hidratándolo como se recomienda, sin excesos ni defectos; evita sudar en exceso, hacer ejercicio y las duchas demasiado largas.
Algunas zonas son más complicadas que otras y por eso los expertos no las recomiendan para este tipo de tatuajes, como manos y dedos, pies, zonas cercanas a las muñecas y los tobillos.
Antes de hacerte el tatuaje que deseas, conviene tener claro no solo lo que queremos hacernos, también dónde y de qué tamaño (siempre teniendo en cuenta las recomendaciones del profesional). Es una buena idea seguir las indicaciones habituales, como no beber alcohol las 24 horas previas, dormir bien y comer de un modo adecuado antes (lo que evitará posibles desmayos), hidratar la piel y no afeites la zona previamente, porque podría causar daños.
Después también tienes que seguir unas pautas, que el profesional se encargará de recordar, así como explicar la manera adecuada de cuidar el nuevo tatuaje para una óptima cura, evitando que en los días posteriores le dé el sol, se hidrate en exceso, en piscinas y spas, o se pueda rozar al practicar algún deporte.