Estamos más que acostumbrados a concebir a lxs streamers famosos como dioses y diosas de lo digital; figuras cuya notoriedad no para de crecer gracias a comunidades de fans cada vez más fieles a su forma de crear contenido y su marca personal. De hecho, la imagen de una de estas nuevas figuras del entretenimiento digital emitiendo en directo en Twitch o gesticulando en Youtube para su audiencia nos es tan familiar como la de un presentador de televisión anunciando las noticias.
Así sucede, por ejemplo, con Cristinini, una de las streamers más importantes de nuestro país y figura clave en la consolidación de las creadoras de contenido patrias. Su labor no es para nada sencilla. Internet, y la creación de contenido en particular, presenta cada año un panorama feroz donde la atención del público, tan lucrativa, se paga a precio de sangre de unicornio. España es un país afortunado, porque cuenta con algunas de las grandes líderes de habla hispana en la creación de contenido. Hay cantera, talento y futuro.
Cristinini no empezó siendo así de famosa, ni mucho menos. El suyo ha sido un camino largo, de más de ocho años; tiempo en el que la hemos visto hacer crecer con cifras récord su canal de Twitch y de Youtube hasta convertirse en lo que hoy es: el nombre que nunca falta en las quinielas de lxs mejores streamers en activo. ¿Cómo fueron los inicios como reportera de la catalana? ¿Qué otros empleos tuvo mientras preparaba su asalto a Youtube y, más tarde, a Twitch?
Tal y como revela Europa FM en uno de sus artículos, antes de hacerse un nombre en el terreno de los e-sports, la streamer y presentadora del Grand Prix llegó a trabajar como administrativa en un complejo de oficinas, fue recepcionista en un hotel, y ejerció de dependienta en GAME, la conocida cadena de tiendas de videojuegos y consolas. Es conocida también su faceta como presentadora de E-Sports, terreno en el que fue labrándose un nombre a medida que su cara y su trabajo se hacía más y más reconocible en los grandes eventos de los deportes electrónicos.
El suyo es un destino curioso, ya que, en realidad, la carrera que se había planteado la streamer y nueva presentadora del Grand Prix se enfocaba más a la administración, la gestión y las finanzas (estudió Informática y Administración de empresas en la Universidad de Tarragona). A día de hoy, la catalana tiene más de 3 millones de seguidores solo en Twitch (no contamos otras redes sociales), así que es bastante sorprendente y hasta un tanto tierno consultar videos antiguos de su canal de Youtube.
“Me gustaría dar las gracias a todos los que estáis apoyando al canal, porque es prácticamente nuevo y ya somos más de 600”.
Un vistazo a algunos de los que subió a la plataforma, cuando su canal mostraba los primeros signos de crecimiento y sus cifras de seguidores bullían tímidamente, muestran a una Cristinini ilusionada por el futuro que ya sabía perfectamente cómo captar la atención del público, hecho que le permitió superar, en aquella época, un famoso casting como reportera para el portal de videojuegos Meristation.
En 2017, tras fichar por el portal referente en el medio y convertirse en una parte imprescindible de su sección de video, dio el salto a The Gaming House, uno de los canales mejor cuidados del sector, propiedad de Movistar E-Sports, con casi 97 programas completos a sus espaldas en los que entrevistó a grandes figuras del medio. Probablemente, la reportera más dicharachera del sector gaming no sabía aún que abrir su propio canal de Youtube y empezar a emitir con todo el talento que ya había le iba a procurar la fama y el prestigio del que disfruta a día de hoy.
Ya lo sentenció Ibai cuando le preguntaron en su día qué opinaba de su amiga y compañera de gremio. “Es una comnunicadora brutal”.