El antes y el después de Ana Mena: el espectacular cambio físico de la cantante en una década

Ana Mena está viviendo uno de los periodos más inolvidables y exitosos de toda su carrera. La hija predilecta de Estepona se ha convertido en uno de los nombres más citados en el panorama de estrellas españolas que encadenan éxito tras éxito y millones de reproducciones en las distintas plataformas de streaming. Su participación el pasado febrero en el Festival de San Remo no nos dejó todo lo contentos que nos gustaría; quedó un sabor agridulce cuando el jurado decidió premiar a Lara Fabián, pero a su favor hay que dar un argumento: formar parte del festival es un hecho inédito, ya que el evento ha apostado exclusivamente por artistas italianos durante buena parte de su historia. Muy pocos españoles han merecido el honor de participar. Podría llegar a convertirse más pronto que tarde en la reina de la música en Italia.

En estos últimos dos años, hemos visto crecer profesionalmente a la cantante y rodearse de grandes colaboradores en los temas que no canta en solitario. En paralelo a este repunte de su carrera se ha dado otro cambio aún más inesperado. Mena ha experimentado un espectacular cambio físico. Las fotos de hace solo unos años poco o nada tienen que ver con su rostro y su figura del presente.

Analizamos el antes y el después de Mena.

Su nariz

Hace más de una década que el público tuvo ocasión de conocer a Mena por primera vez, así que es de justicia que nos remontemos a una de sus primeras fotos. Solo tenía diez años cuando consiguió el papel para interpretar a Marisol en el biopic creado para televisión. También participó con merecido éxito en Camp Rock, de Disney, y en Veo, Veo. 

En estas primeras instantáneas de su pasado pueden apreciarse unos rasgos bastante diferentes a los del momento actual, sobre todo en la nariz. El cambio físico es evidente. Con la publicación de las imágenes comparativas entre su pasado y su presente, muchxs seguidores se preguntaron si Mena se había sometido a algún tipo de cirugía o de operación estética, ya que, como se puede comprobar, su cara de entonces es radicalmente diferente a la que muestra en fotografías más recientes. ¿Son cambios fruto de la madurez o hay gato encerrado? 

Según cuenta el doctor Miguel de la Peña en un artículo para El Español, es casi seguro que la cantante se ha puesto en manos de algún buen cirujano para cambiar determinadas partes de su rostro. El médico menciona como posible tratamiento la rinoplastia para afinar la nariz, darle un perfil más recto y elevar ligeramente la punta, consiguiendo así darle mucha más presencia, encanto y elegancia. “Le habría costado unos 4.500 euros aproximadamente".

Una mirada diferente

Por supuesto, no es el único cambio que el médico detalla en su explicación de los retoques a los que ha podido someterse la cantante durante esta última década. Los párpados, según cuenta el doctor, han recibido cierta chapa y pintura. Muestran una mirada mucho más luminosa. Mena podría haber perfilado esta zona de su rostro a base de bótox y el uso de hilos tensores para obtener ese toque levemente rasgado. En cirugía estética, se denomina a este retoque “ojos de gato”. 

“Podría responder al efecto de una blefaroplastia completa, la cirugía estética menor para eliminar la piel sobrante de los párpados. Esta pequeña intervención amplifica la mirada”, explica Muñoz, y se refiere también a la zona de los párpados ‘encapotados’, con la sensación de mirada algo más caída que la cantante tiene en la primera fotografía y cómo la ha definido mucho más en los siguientes retoques.

Los labios

A tenor de todos los cambios que nombra el profesional, Mena podría haberse sometido a distintas cirugías en esta última década. Los labios también parecen haber vivido su ración de cambios.

En opinión del cirujano plástico, es probable que haya utilizado acido hialurónico buscando una perfilación del “arco de cupido”, una mayor hidratación y el borrado de las líneas de expresión que suelen aparecer entre la parte inferior de la nariz y el principio de los labios. No falta la bichectomía, para quitar los cúmulos de grasa de las mejillas, y la búsqueda de un efecto contouring para delinear aún más el rostro y resaltar la zona de los pómulos.