Internet tiene sus dioses y sus demonios, a razón de toneladas diarias. Estamos acostumbrados a deglutir contenido vacío mezclado con perlas escondidas en la vulgaridad de la ola de virales, memes, trozos de trozos de trozos de TikTok masticados y regurgitados y vueltos a reciclar en una nueva plataforma. La cantidad de contenido zombificante es abiertamente superior al discreto saber hacer de creadores de contenido que proponen algo más interesante que la velocidad el cotilleo masticado.
A esa labor, la del humor inteligente que no se despega de las tendencias, entiende al público y sus miserias y se ríe con él y de él, ha contribuido en buena medida Darío Eme Hache. Un creador influyente. Una figura de internet que no parece de barro.
Si no has salido arrastrándote de una cueva sin conexión de Internet, seguro que has visto alguno de sus videos virales o conoces alguno de los múltiples programas y proyectos profesionales en los que se ha embarcado.
Su nombre real es Darío Manzano Hervas. Este youtuber, streamer, cómico, creador de contenido viral y, para más señas, pareja sentimental de Sindy Takanashi (con la que tiene dos hijos), se ha convertido en una de las figuras más conocidas de internet gracias a particular forma de humor; una manera de entender la comedia que lo emparenta con ídolos de Youtube como Mr. Jagger, con quien, de hecho, ha colaborado en más de una ocasión.
Ya en 2016, en una entrevista realizada por la periodista Lorena G. Maldonado en su tribuna habitual de El Español, Darío definía así su forma de hacer sacar oro del lenguaje de Internet; una habilidad que ya mostró en sus primeros pasos, cuando subía videos a la extinta Vine. El humor como caja de resonancia, como sátira, como espejo de lo peor y lo mejor de nosotros mismos.
“Tengo suerte porque mi público o bien se ha acostumbrado o bien lo he educado y entienden en cualquier momento que puedo hacer un personaje que es opuesto a como yo soy en la vida real. Es la hostia tener esa seguridad. A mí me apetece meter en Instagram la historia de un pavo asqueroso que sea lo peor que te puedes echar a la cara en el metro de Madrid, acosador y tal, y tengo la tranquilidad de que nadie se lo va a tomar como una prolongación de mí.”
Se refería a uno de sus rasgos más distintivos: la capacidad para reírse de cualquier tipo de perfil, el aliado feminista, el joven de derechas, un italiano mafioso aficionado a la cocaína y tantos y tantos envoltorios que saben sorberle el tuétano a internet y escupirlo ‘de otra manera. De hecho, esta capapacidad mimética también lo ha llevado a participar como actor en la serie + de 100 mentiras.
En la última década, este periodista de vocación (nunca ha ejercido) ha sido colaborador en algunos de los programas de tendencias que más público han movido en la red. Lo vimos durante mucho tiempo en You (Vodafone), con sección propia.
Ha sido la segunda pata, junto con Inés Hernand, de Gen PlayZ, el programa de debates socioculturales de RTVE que mejor ha sabido leer los problemas que preocupan a los jóvenes y llevarlos a un escenario de discusión abierto y plural, con perfiles ideológicos enfrentados que debatían sobre el derecho al aborto, la precariedad juvenil, la libertad sexual, los derechos LGTBI o la meritocracia.
Actualmente, es uno de los rostros habituales de Yo, Interneto, junto con Orslok, Sr. Cheeto y Maya Pixelskaya, y este año se lanzó por primera vez al mundo del podcast con Utameda, junto a su pareja.